SEÑOR,TE AMAMOS, MIRA EL ALMA QUE CON HUMILDAD Y ENTREGA
IMPLORA TU PRESENCIA GLORIOSA.
NADA SOMOS, NI PODEMOS, SIN TI.
CREEMOS EN TU SAGRADO CORAZÒN, QUE LATE EN CADA UNO DE NOSOTROS.
CREEMOS EN TU PALABRA Y VERDAD.
CREEMOS EN TU AMOR INCONDICIONAL
CREEMOS EN TU PROMESA.
SEÑOR, CÓMO VIVIR SIN TI, AUNQUE NOS DESTROCEN LOS ENEMIGOS ALZADOS
ELLOS DEBEN SABER QUE SOMOS MILES DE MILLONES LOS CRISTIANOS
ENTREGADOS QUE NO RENUNCIAMOS AL AMOR QUE NOS UNEN A TI.
ERES EL HIJO DEL PADRE; .
NADIE PUEDE BORRAR, LA VOZ DEL SANTO ESPÍRITU DICIENDO.
"ESTE, EN MI HIJO, MUY AMADO"
LA PRIMAVERA ESTÁ A LA PUERTA: LA RAZÓN SE ABRE EN EL INTELECTO CON LA
LUZ QUE NOS ENSEÑA FE Y ESPERANZA EN LA PALABRA QUE ES VERDAD.
LOS SENTIDOS, HUELEN EL PERFUME Y FRAGANCIA DE LA TIERRA QUE ANUNCIA,
¿ QUIÉN SERÁ CAPAZ DE SABER Y COMPRENDER EL MISTERIO DE DIOS?
EL PADRE CREADOR ES EL ÚNICO Y VERDADERO CONOCEDOR DE TODO LO INFINITO
Y LO DA GRATUITAMENTE, AL HUMILDE DE CORAZÒN.
PADRE TE ALABAMOS Y GLORIFICAMOS.
QUE ASÌ SEA
PERLA
Marzo 9-15 DEL AÑO 2020
oración al dios padre
oración al dios padre
ESCRITA:
oración escrita el 20 DE DICIEMBRE 2011
OREMOS:
Te glorificamos por los siglos
Padre Santo.
mira mi pequeñez que con humildad
te ruega:
Amado Padre, tiende tu Mano a
nosotros
tus hijos, que sufrimos por
ver el desorden
provocado a tu Santa Creación.
Señor mi Dios; mi corazón doliente
lleno de arrepentimiento clama, tu perdón y
misericordia.
desfalleciente mi cuerpo y mis fuerzas limitadas, te ruegan;
levántanos," Padre", tú eres nuestro
Dios, el único
dueño de todo lo creado, dueño del
universo entero, el único con poder absoluto y amor infinito.
en nombre del amor que me unen al
Señor Jesucristo,
y a la Santísima Virgen María,
en misión y entrega,
te suplico:
ven a salvarnos, de las manos de tu enemigo, que como león rabioso nos ataca
en este combate espiritual, hasta dejarnos sin fuerzas.
Padre Santo en tu Hijo, el
Señor,Tù puedes darnos, alivio, luz, paz y amor; a todos los hijos que con
fidelidad seguimos el camino trazado por el Señor.
con toda humildad te decimos la cruz pesa, y necesitamos de tu
piedad;
llevamos a cuesta nuestros
pecados, y el dolor, por un mundo que
te hizo a un costado, que te ignora y ataca las cosas que solo a Ti pertenecen.
Los cristianos a pesar de todo sufrimiento, continuamos el
camino estrecho que él Señor nos enseñó a transitar en los siglos
transcurridos,sabiendo que por su ayuda y piedad, permanecemos unidos a Él y a su gran Amor
Todos los cristianos que
amamos a la Santísima Trinidad, y a la Madre de Dios, María Santísima.
Imploramos deseando que:
su infinita misericordia, en este año 2020 toda la humanidad
pueda poner punto final al desencuentro y podamos vivir en orden y paz.
Esperando que los líderes que
gobiernan el mundo puedan recibir la luz necesaria, que tienda puentes para que podamos ser una humanidad unida por el amor entre hermanos y entre Naciones, especialmente las que están en conflicto.
Padre, suplicamos y esperamos
nos levantes, y saques de las tinieblas y el dolor, a todo hermano que sufre injusticias y persecución.
Amén
Perla
Imagen realizada: artista Italiana Perteneciente Monseñor Di Monte Que en paz descanse. Monseñor: gracias por su Misiòn 2016 |
La novena a la Divina Misericordia :
ENERO 10 AL 18 AÑO 2020
La novena consiste en rezar la
Coronilla de la Divina Misericordia, la que presentamos es la novena
particular que Jesús le dio a Sor Faustina que también se puede rezar.
|
DESEO- dijo el Señor a Sor Faustina- que
durante esos nueve días lleves a las almas a la fuente de mi misericordia
para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las
dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día
traerás a mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este
mar de mi misericordia. Y a todas estas almas yo las introduciré en la casa
de mi Padre (…) Cada día pedirás a mi Padre las gracias para estas almas por
mi amarga pasión.
PRIMER DÍA
Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a
todos los pecadores, y sumergelos en el mar de mi misericordia. De esta
forma, me consolaras de la amarga tristeza en que me sume la pérdida de las
almas.
Jesús misericordiosísimo, cuya naturaleza es la de tener compasión de
nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que
depositamos en tu bondad infinita. Acógenos en la morada de tu compasivísimo
Corazón y nunca los dejes escapar de él. Te lo suplicamos por tu amor que te
une al Padre y al Espíritu Santo.
Padre Eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y
especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el compasivísimo
Corazón de Jesús y por su dolorosa pasión muéstranos tu misericordia para que
alabemos la omnipotencia de tu misericordia por los siglos de los siglos.
Amén.
Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y los
religiosos, y sumérgelas en mi misericordia insondable. Fueron ellas las que
me dieron fortaleza para soportar mi amarga pasión. A través de ellas, como a
través de canales, mi misericordia fluye hacia la humanidad.
Jesús misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta tu
gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de
manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia
que está en el cielo.
Padre eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las
almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder
de tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están
encerradas, concédeles el poder de tu luz para que puedan guiar a otros en el
camino de la salvación y a una sola voz canten alabanzas a tu misericordia
sin límite por los siglos de los siglos. Amén.
Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y
sumérgelas en el mar de mi misericordia. Estas almas me consolaron a lo largo
del vía crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.
Jesús misericordiosísimo, que desde el tesoro de tu misericordia les
concedas a todos tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de tu
compasivísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos por
el inconcebible amor tuyo con que tu Corazón arde por el Padre celestial.
Padre Eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia
de tu Hijo y por su dolorosa pasión, concédeles tu bendición y rodéalas con
tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa
fe, sino que con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen tu
infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén
CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA
Hoy, tráeme a aquellos que no creen en Dios y
aquellos que todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante mi
amarga pasión y su futuro celo consoló mi Corazón. Sumérgelos en el mar de mi
misericordia.
Jesús compasivísimo, que eres la luz del mundo entero. Acoge en la
morada de tu piadosísimo Corazón a las almas de aquellos que no creen en Dios
y de aquellos que todavía no te conocen, pero que están encerrados en el
compasivísimo Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas
almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también
ellas ensalcen la generosidad de tu misericordia por los siglos de los
siglos. Amén.
Hoy, tráeme a las almas de los hermanos separados
y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Durante mi amarga pasión,
desgarraron mi cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. Según regresan a la
Iglesia, mis llagas cicatrizan y de este modo alivian mi pasión.
Jesús misericordiosísimo que eres la bondad misma, tú no niegas la luz
a quienes te la piden. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las
almas de nuestros hermanos separados y llévalas con tu luz a la unidad con la
Iglesia y no las dejes escapar de la morada de tu compasivísimo Corazón sino
haz que también ellas glorifiquen la generosidad de tu misericordia.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas de nuestros hermanos
separados, especialmente a aquellos que han malgastado tus bendiciones y han
abusado de tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires
sus errores, sino el amor de tu Hijo y su amarga pasión que sufrió por ellos,
ya que también ellos están encerrados en el compasivísimo Corazón de Jesús.
Haz que también ellos glorifiquen tu gran misericordia por los siglos de los
siglos. Amén.
Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y las
almas de los niños pequeños y sumérgelas en mi misericordia. Estas son las
almas más semejantes a mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante mi amarga
agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de mis altares.
Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde
es capaz de recibir mi gracia; concedo mi confianza a las almas humildes.
Jesús misericordiosísimo, tú mismo has dicho: Aprended de mí que soy
manso y humilde de Corazón. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a
las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños. Estas almas
llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre celestial.
Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita
Dios mismo. Estas almas tienen una morada permanente en tu compasivísimo
Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas de los niños pequeños
que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son
las más semejantes a tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza
tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, te suplico por el amor que
tienes por estas almas y el gozo que te proporcionan.
Bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las
alabanzas de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican
mi misericordia de modo especial y sumérgelas en mi misericordia. Estas almas
son las que más lamentaron mi pasión y penetraron más profundamente en mi
Espíritu. Ellas son un reflejo viviente de mi Corazón compasivo. Estas almas
resplandecerán con una luz especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá
al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la
muerte.
Jesús misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la
morada de tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo
particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el
poder de Dios mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades
siguen adelante confiadas en tu misericordia y unidas a ti, ellas cargan
sobre sus hombros a toda la humanidad. Esta almas no serán juzgadas
severamente, sino que tu misericordia las envolverá en la hora de la muerte.
Padre eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y
veneran tu mayor atributo, es decir, tu misericordia insondable y que están
encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio
viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones
desbordantes de gozo cantan a ti, oh Altísimo, un canto de misericordia. Te
suplico, oh Dios, muéstrales tu misericordia según la esperanza y la
confianza que han puesto en ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús
quien les dijo que: a las almas que veneren esta infinita misericordia mía,
yo mismo las defenderé como mi gloria durante sus vidas y especialmente en la
hora de la muerte.
Hoy, tráeme a las almas que están en la cárcel
del purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los
torrentes de mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas
son muy amadas por mí. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a mi
justicia. Está en tu poder llevarles el alivio. Haz uso de todas las
indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofrécelas en su nombre. Oh, si
conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas
las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con mi justicia.
Jesús misericordiosísimo, tú mismo has dicho que deseas la
misericordia, he aquí que yo llevo a la morada de tu compasivísimo Corazón a
las almas del purgatorio, almas que te son muy queridas, pero que deben pagar
su culpa adecuada a tu justicia. Que los torrentes de sangre y agua que
brotaron de tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que también allí
sea glorificado el poder de tu misericordia.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el
purgatorio y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Te
suplico por la dolorosa pasión de Jesús, tu Hijo, y por toda la amargura con
la cual su sacratísima alma fue inundada, muestra tu misericordia a las almas
que están bajo tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas
de Jesús, tu amadísimo Hijo, ya que creemos que tu bondad y tu compasión no
tienen límites. Amén.
Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el
abismo de mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren
mi Corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la más intensa
repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja
de mí este cáliz, si es tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación
consiste en recurrir a mi misericordia.
Jesús misericordiosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las
almas tibias a la morada de tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas
que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con
el fuego de tu amor puro. Oh Jesús compasivísimo, ejercita la omnipotencia de
tu misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor
santo, porque tú lo puedes todo.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin
embargo, están encerradas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la
misericordia, te suplico por la amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de
tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu
misericordia. Amén. (1209-1229)
CONTEMPLACIÒN:
Queridos hermanos, son tiempos de mucha maldad.
satanás el rey de la mentira y de la muerte está actuando con total comodidad he impunidad, ayudado por todos sus adeptos que no valoran la vida humana; menos aún la de un niño inocente.
No les tiembla el pulso para firmar que se ejecute aquellos niños, que no se pueden defender.
Asì como instigo a Cain primer homicida, para que matara a su hermano Abel hoy con ligereza y sin cargo de conciencia dan la orden para matar; como si se tratara de moscas o insectos que molestan a bebés inocentes, a los que condenan a muerte sin piedad con ayuda del dinero sucio.
Hacemos esta novena al Señor y a su Divina Misericordia para que nos ayude y de fortaleza en la lucha en defensa de los niños y esta horrorosa matanza.
Recordando su dolorosa pasiòn triturado a golpes y colgado en una cruz ayer; y hoy los mismos vuelven a ejecutarlo en cada bebé que muere en las naciones donde se permitió este acto abominable .
Acto que hoy quieren implantar en Argentina.
Todavía tenemos la esperanza, y no sabemos como será, que la Virgen actúe; y esto no ocurra jamás en esta Naciòn, su Casa donde presente está Ella, en sus mensajes diarios en San Nicolas.
El Padre Creador y su bondad infinita, dará respuesta a la Virgen mi corazòn sumergido en el dolor implora con fe y esperanza.
Perla
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