miércoles, 1 de abril de 2020

"A TODAS LAS NACIONES" " VOLVAMOS A DIOS" "EL TIEMPO URGE" "POR LA SANACIÒN DEL MUNDO"














LECTURA DE:

 SOFONÍAS C 3  V 14-15 y V  16-18


¡Grita de alegría, hija de Sion!
¡Aclama, Israel!
¡Alégrate y regocíjate de todo corazón,
Hija de Jerusalén!
El Señor ha retirado las sentencias
que pesaban sobre ti
y ha expulsado a tus enemigos.
El Rey de Israel, el Señor
está en medio de ti:
ya no temerás ningún mal.
Aquel día, se dirá a Jerusalén:
¡No temas, Siòn,
Que no desfallezcan tus manos!
¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti,
es un guerrero victorioso!
El exulta de alegría a causa de ti,
te renueva con su amor
y lanza por ti gritos de alegría,
como en los días de fiesta.
yo apartaré de ti la desgracia,
para que no cargues más el oprobio…

Palabra de Dios.

CONTEMPLACIÒN:

 Virgen Santísima hija de Dios,
Madre, del Hijo de Dios y por herencia Madre nuestra.
De tu mano y en oración con toda humildad te imploramos intercedas
por esta humanidad que está más ocupada de cómo divertirse, de cómo salir de la cuarentena, de la economía, olvidándose de la gravedad que estamos atravesando.
 Cuánta ceguera espiritual, no vemos que esto que nos pasa: es vida o muerte.
 No tenemos conciencia del mal que fuimos capaces de generar al Padre Creador;  Nuestro Dios, y a la casa común que nos diera gratuitamente para habitar.
La soberbia no nos permite, que si el coronavirus Covid 19 continúa continuará la muerte y el dolor.
Madre sabemos que sin Dios  no habrá luz  para los científicos y  asì poder descubrir  el remedio para exterminar esta Pandemia, donde miles de hermanos perdieron sus vidas.
Todavía los anti Dios continúan ofendièndolo, no veo corazones que busquen la conversiòn, que hace siglos vienes pidiendo, hace días pedí escribí en este espacio, implore, al verte llorar y
no me escucharon: hoy la angustia desborda la mente y corazòn de tus hijos.
Virgen Santìsima:eres la Hija del Altísimo y Madre de nuestro Salvador,Tù nos puedes ayudar con tu intercesión, pídele al Señor tu Hijo perdón, por tanto daño que fuimos capaces de haber provocado, que venga a nosotros con su Piedad y Misericordia.
Que así sea

Perla

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