DE VIGILIA
DESDE LA CATEDRAL NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES
CELEBRADA POR mONSEÑOR: jOSÉ H GOMEZ
ORAMOS ;
CON TODOS LOS OBISPOS DE ESTADOS UNIDOS:
POR LOS INMIGRANTES
Contemplación:
Señor; danos una Patria nueva, para todos tus hijos que te amamos.
para que podamos estar unidos en respeto, amor y caridad.
Una Nación que nos una a todos en humildad y entrega a Ti;
Una Nación que sea capaz de albergar en su corazón: y defender, Tu Palabra, Tu Ley
Tu Amor, Tu Paz, Tu Justicia, Tu Libertad.
Una Nación de luz; libre de todo mal.
Una Nación, donde tu Madre y Madre nuestra, sea venerada y amada.
Amén
Perla
Espíritu Santo:
Padre omnipotente, ten piedad de nosotros.
Jesús, Hijo eterno del Padre y Redentor del mundo
Sálvanos.
Espíritu del Padre y del Hijo y amor infinito
del uno y del otro: Santificanos.
Trinidad Santísima: Escúchanos.
Espíritu Santo que procedes del Padre y del Hijo: Ven a nosotros.
Promesa del Dios Padre: Ven a nuestras almas
Don de Dios altísimo: Ven a nuestras almas
Rayo de luz celestial; Ven
Autor de todo bien; Ven
Fuego abrasador: Ven
Caridad ardiente :Ven
Unción espiritual:Ven
Espíritu de fe, esperanza y caridad: Ven...
Ven con tus Santos Dones...
Espíritu Santo:
Condúcenos por el camino de la Salvación
Espíritu Santo:
Concédenos la única ciencia necesaria.
Espíritu Santo:
Inspiranos la práctica del bien.
Espíritu Santo:
Danos el merito de las virtudes.
Espíritu Santo:
Haced que perseveremos en la justicia.
Espíritu Santo:
Sed Tu mismo nuestra recompensa.
Espíritu Santo llena los corazones de tus fieles.
Y encended en ellos el fuego, de tu Divino Amor.
Amén
solemnidad; a nuestra señora de guadalupe
Emperatriz de américa
Oremos:
Santísima Señora de Guadalupe, Madre de tus hijos americanos.
Te necesitamos, eres la Señora vestida de Sol, la Rosa que no se marchita
Rosa que perfuma el alma dando esperanza a este continente convulsionado.
El mal se ha manifestado en cada Nación donde vemos; discordia entre hermanos
malos entendidos perdimos la luz y el entendimiento.
Se que somos muchos los hijos que te veneran y sufren como Tu, de ver que no hemos aprendido a amar al Señor como debiéramos, a serle fiel a dar respuesta digna,
"El lo dio todo por todos" pero continuamos como en el pasado viviendo con mezquindad y soberbia,
No aprendimos que en este mundo terrenal debemos trabajar para los bienes espirituales que es ganar la vida eterna; solo se piensa y se especula con los bienes temporales; que sabemos nadie se los lleva de este mundo.
Dejamos el diálogo coherentemente aplicando la violencia física y verbal estamos viviendo mal,
esto duele: se miente para conseguir ventajas políticas solo vale lo material, el dios dinero es el que manda creando diferencias entre pobres y ricos, entre hermanos; sacrificando el bien más preciado que es la paz y la libertad .
Tu Madre quieres humildad, amor y entrega al Señor, nosotros queremos decirte en este día Madre; somos tuyos.
Te damos gracias por darnos a Jesús, por enseñarnos a rezar,
Ven y haz que nuestros corazones imiten al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado corazón de María, sabemos que de tu mano llegaremos a cumplir lo que el Señor pide :amarnos los unos a los otros.
Estaremos velando en oración, preparándonos para recibir la primavera y el alborear tan anhelado de Verdad y Justicia.
Aunque debamos continuar con tribulaciones y tristezas por falta de luz entre los hombres, sabemos que todo tendrá un final feliz y es porque hay una promesa de ver la Luz, Justicia y Paz
Hoy recordamos al Niño Jesús al verbo hecho carne, al Redentor en su Gloria a la derecha del Padre; al Justo entre los justos; al dueño del Amor y la Paz.
Amén
Perla
novena a nuestra señora de Guadalupe
Emperatriz de américa
Acto de Contrición
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre
verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo
sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo
enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en
satisfacción de mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia
infinita, que me perdonaréis y me daréis gracia para nunca más pecar. Así lo
espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe.
Amén".
Primer Día
"¡Oh Santísima Señora de Guadalupe! Esa corona
con que ciñes tus sagradas sienes publica que eres Reina del Universo. Lo eres,
Señora, pues como Hija, como Madre y como Esposa del Altísimo tienes absoluto
poder y justísimo derecho sobre todas las criaturas.
Siendo esto así, yo también soy tuyo; también
pertenezco a ti por mil títulos; pero no me contento con ser tuyo por tan alta
jurisdicción que tienes sobre todos; quiero ser tuyo por otro título más, esto
es, por elección de mi voluntad.
Ved que, aquí postrado delante del trono de tu
Majestad, te elijo por mi Reina y mi Señora, y con este motivo quiero doblar el
señorío y dominio que tienes sobre mí; quiero depender de ti y quiero que los
designios que tiene de mí la Providencia divina, pasen por tus manos.
Dispón de mí como te agrade; los sucesos y lances
de mi vida quiero que todos corran por tu cuenta. Confío en tu benignidad, que
todos se enderezarán al bien de mi alma y honra y gloria de aquel Señor que
tanto complace al mundo. Amén.
Se dicen las intenciones de la novena y se reza un
Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de
Guadalupe
¡Oh Virgen Inmaculada
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión
a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza te dirigimos,
y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso,
a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,
nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;
ya que todo lo que tenemos y somos lo ponernos bajo tu cuidado,
Señora y Madre nuestra.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino
de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia:
no nos sueltes de tu mano amorosa.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas,
te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos
de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.
Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda
hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes
vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe
y celosos dispensadores de los misterios de Dios.
Concede a nuestros hogares
la gracia de amar y de respetar la vida que comienza.
con el mismo amor con el que concebiste en tu seno
la vida del Hijo de Dios.
Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.
Esperanza nuestra, míranos con compasión,
enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos
a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas
y pecados en el sacramento de la penitencia,
que trae sosiego al alma.
Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos
que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.
Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia,
con nuestros corazones libres de mal y de odios,
podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz,
que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,
vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión
a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza te dirigimos,
y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso,
a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,
nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;
ya que todo lo que tenemos y somos lo ponernos bajo tu cuidado,
Señora y Madre nuestra.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino
de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia:
no nos sueltes de tu mano amorosa.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas,
te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos
de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.
Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda
hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes
vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe
y celosos dispensadores de los misterios de Dios.
Concede a nuestros hogares
la gracia de amar y de respetar la vida que comienza.
con el mismo amor con el que concebiste en tu seno
la vida del Hijo de Dios.
Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.
Esperanza nuestra, míranos con compasión,
enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos
a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas
y pecados en el sacramento de la penitencia,
que trae sosiego al alma.
Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos
que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.
Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia,
con nuestros corazones libres de mal y de odios,
podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz,
que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,
vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Acto de Contrición
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre
verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo
sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo
enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en
satisfacción de mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia
infinita, que me perdonaréis y me daréis gracia para nunca más pecar. Así lo
espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe.
Amén".
Segundo Día
¡Oh Santísima Virgen de
Guadalupe! ¡Qué bien se conoce que eres Abogada nuestra en el tribunal de Dios,
pues esas hermosísimas manos que jamás dejan de beneficiarnos las juntas ante
el pecho en ademán de quien suplica y ruega, dándonos con esto a ver que desde
el trono de gloria como Reina de los Ángeles y hombres haces también oficio de
abogada, rogando y procurando a favor nuestro.
¿Con qué afectos de
reconocimiento y gratitud podré pagar tanta fineza? Siendo que no hay en todo
mi corazón suficiente caudal para pagarlo.
A ti recurro para que me
enriquezcas con los dones preciosos de una caridad ardiente y fervorosa, de una
humildad profunda y de una obediencia pronta al Señor.
Esfuerza tus súplicas,
multiplica tus ruegos, y no ceses de pedir al Todopoderoso me haga suyo y me
conceda ir a darte las gracias por el feliz éxito de tu intermediación en la
gloria. Amén
Se dicen las intenciones de la novena y se reza un
Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de
Guadalupe
¡Oh Virgen Inmaculada
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión
a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza te dirigimos,
y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso,
a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,
nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;
ya que todo lo que tenemos y somos lo ponernos bajo tu cuidado,
Señora y Madre nuestra.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino
de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia:
no nos sueltes de tu mano amorosa.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas,
te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos
de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.
Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda
hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes
vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe
y celosos dispensadores de los misterios de Dios.
Concede a nuestros hogares
la gracia de amar y de respetar la vida que comienza.
con el mismo amor con el que concebiste en tu seno
la vida del Hijo de Dios.
Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.
Esperanza nuestra, míranos con compasión,
enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos
a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas
y pecados en el sacramento de la penitencia,
que trae sosiego al alma.
Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos
que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.
Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia,
con nuestros corazones libres de mal y de odios,
podremos llevar a todos la verdadera alegría y la
verdadera paz,
que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,
vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión
a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza te dirigimos,
y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso,
a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,
nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;
ya que todo lo que tenemos y somos lo ponernos bajo tu cuidado,
Señora y Madre nuestra.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino
de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia:
no nos sueltes de tu mano amorosa.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas,
te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos
de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.
Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda
hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes
vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe
y celosos dispensadores de los misterios de Dios.
Concede a nuestros hogares
la gracia de amar y de respetar la vida que comienza.
con el mismo amor con el que concebiste en tu seno
la vida del Hijo de Dios.
Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.
Esperanza nuestra, míranos con compasión,
enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos
a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas
y pecados en el sacramento de la penitencia,
que trae sosiego al alma.
Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos
que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.
Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia,
con nuestros corazones libres de mal y de odios,
podremos llevar a todos la verdadera alegría y la
verdadera paz,
que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,
vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Acto de Contrición
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre
verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo
sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo
enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en
satisfacción de mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia
infinita, que me perdonaréis y me daréis gracia para nunca más pecar. Así lo
espero por intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe. Amén".
Tercer Día
¡Oh Santísima Virgen María
de Guadalupe! ¡Qué puedo creer al verte cercada de los rayos del sol, sino que
estás íntimamente unida al Sol de la Divinidad, que no hay en tu casa ninguna
cosa que no sea luz, que no sea gracia y que no sea santidad!
¡Qué puedo creer sino que
estás anegada en el piélago de las divinas perfecciones y atributos, y que Dios
te tiene siempre en su Corazón! Sea para bien, Señora, tan alta felicidad.
Yo, entre tanto, arrebatado
del gozo que ello me causa, me presento delante del trono de tu soberanía,
suplicándote te dignes enviar uno de tus ardientes rayos hacia mi corazón:
ilumina con su luz mi entendimiento; enciende con su luz mi voluntad; haz que
acabe yo de persuadirme de que vivo engañado todo el tiempo que no empleo en
amarte ti y en amar a mi Dios: haz que acabe de persuadirme que me
engaño miserablemente cuando amo alguna cosa que no sea mi Dios y cuando no te
amo a Ti por Dios. Amén.
Se dicen las intenciones de la novena y se reza un
Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Oración de San Juan Pablo II a la Virgen de
Guadalupe
¡Oh Virgen Inmaculada
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión
a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza te dirigimos,
y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso,
a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,
nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;
ya que todo lo que tenemos y somos lo ponernos bajo tu cuidado,
Señora y Madre nuestra.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino
de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia:
no nos sueltes de tu mano amorosa.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas,
te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos
de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.
Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda
hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes
vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe
y celosos dispensadores de los misterios de Dios.
Concede a nuestros hogares
la gracia de amar y de respetar la vida que comienza.
con el mismo amor con el que concebiste en tu seno
la vida del Hijo de Dios.
Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.
Esperanza nuestra, míranos con compasión,
enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos
a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas
y pecados en el sacramento de la penitencia,
que trae sosiego al alma.
Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos
que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.
Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia,
con nuestros corazones libres de mal y de odios,
podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz,
que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,
vive y reina por los siglos de los siglos. Amén
Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia!
Tú, que desde este lugar manifiestas
tu clemencia y tu compasión
a todos los que solicitan tu amparo;
escucha la oración que con filial confianza te dirigimos,
y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso,
a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor.
Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,
nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos;
ya que todo lo que tenemos y somos lo ponernos bajo tu cuidado,
Señora y Madre nuestra.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino
de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia:
no nos sueltes de tu mano amorosa.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas,
te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos
de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.
Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda
hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorgue abundantes
vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe
y celosos dispensadores de los misterios de Dios.
Concede a nuestros hogares
la gracia de amar y de respetar la vida que comienza.
con el mismo amor con el que concebiste en tu seno
la vida del Hijo de Dios.
Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.
Esperanza nuestra, míranos con compasión,
enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos
a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de nuestras culpas
y pecados en el sacramento de la penitencia,
que trae sosiego al alma.
Te suplicamos que nos concedas un amor muy grande a todos los santos sacramentos
que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra.
Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia,
con nuestros corazones libres de mal y de odios,
podremos llevar a todos la verdadera alegría y la verdadera paz,
que vienen de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo,
que con Dios Padre y con el Espíritu Santo,
vive y reina por los siglos de los siglos. Amén
Gracias a:
Publicación : ACI PRENSA
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