martes, 31 de diciembre de 2019

FELIZ AÑO 2020: DESEANDO PARA ARGENTINA Y TODO EL PLANETA VIVIR EN "VERDAD Y PAZ"




Oremos:
Amado, Señor hoy el universo clama.
Clamamos  todos: necesitamos vuelvas, hágase tu promesa en nosotros.
Queremos vivir en Ti, en tu Divinidad y Perfección.
Ya no queremos tinieblas, hay sed de Ti, necesitamos, nos impregnes;
Con tu Verdad y sabiduría, que es: Luz, Amor, Paz y Justicia.
Tiemble la tierra, en unísono ritmo de tu Sagrado Corazón y el nuestro.
Amén
Perla

domingo, 29 de diciembre de 2019

SOLEMNIDAD DE LA SAGRADA FAMILIA

 
OREMOS
Sagrada Familia de Nazaret;
enséñanos el recogimiento,
la interioridad;
danos la disposición de
escuchar las buenas inspiraciones y las palabras
de los verdaderos maestros.
Enséñanos la necesidad
del trabajo de reparación,
del estudio,
de la vida interior personal,
de la oración,
que sólo Dios ve en los secreto;
enséñanos lo que es la familia,
su comunión de amor,
su belleza simple y austera,
su carácter sagrado e inviolable. Amén
CONTEMPLACIÒN:
Padre nuestro que por infinito amor, quisiste
que los hombres vivieran en familia: para ser sociedad
feliz y ordenada.
De la luz Sagrada que te habita, diste forma de perfecto vivir
a la Sagrada Familia.
Integrada por la Virgen Marìa, Jesùs y su Padre adoptivo
San Jose.
En ella estableciste, armonía y perfecciòn para que hombres 
y mujeres pudieran imitarla y ser felices.
Tristeza hay en mi corazòn, muchos han rechazado tu plan,
por ende vivimos, en una sociedad célula social dañada y destruida
 por egoísmos personales que han buscado la felicidad  donde Tu no
 estas,y muchos niños padecen traumas y dolor por no estar con papá 
y mama.
Dicen que las familias ensambladas se llevan bien y todo esta bien.
¿Sera asì?
La violencia, la droga e insatisfacciòn es la resultante, en la sociedad 
de hoy creo que allí está la verdad del fracaso de muchos matrimonios.
Padre, no es fácil vivir hoy en familia, los hijos se van a vivir solos 
acomodando su futuro frente a la crisis humana  doliente.
Hoy te pedimos "Familia de Nazaret" ayudes a los jóvenes a buscar a Dios; retomando valores, cambiando el rumbo para ser felices incorporar en la una sociedad  valores necesarios que llevan a vivir en paz.
Que asì sea
Perla

sábado, 28 de diciembre de 2019

SANTOS INOCENTES

Oración a los Santos Inocentes

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Mt. 19,14
Jesús les dijo: «Dejen a esos niños y no les impidan que vengan a mí; el reino de los cielos pertenece a los que son como ellos».
Que la Virgen bendita que tuvo el gozo de traer,
y tomar en sus brazos al Hijo de Dios hecho niño,
de verlo crecer en sabiduría, edad y gracia frente a Dios y los hombres,
nos ayude a cada uno de nosotros,
a dotar nuestros esfuerzos personales,
en nombre de los niños pequeños con una activa bondad,
un atractivo ejemplo y un amor entregado. Amén.
El Papa Habla 39/3, 1994,169


Oh Señor que por intercesión de los Santos Mártires Inocentes,  los líderes electos que gobiernan este mundo lleguen a reconocer la humanidad de cada niño en el vientre de su madre y promulguen leyes y políticas en su defensa,
 Te rogamos: Señor, escucha nuestra oración.
Que todas las personas en el mundo tengan la luz para ver más allá de cualquier duda el gran don de la vida que nos has dado para lograr la santidad.
 Te rogamos: Señor, escucha nuestra oración.
Por todos los niños inocentes de la guerra, Señor ayúdanos a que pare este dolor tan grande para nuestra humanidad
Por los niños que sufren en la calle, que sufren violencia, abusos. Señor ten misericordia de todos ellos
Por estas intenciones y en unión con el Espíritu Santo, oremos como Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó:
“Padre nuestro, que estás en el cielo…”





Contemplasciòn;

Padre creador de toda existencia, amante de las almas,

te pedimos perdòn, por todo el mal que hombres y mujeres

 de hoy, hacen a tu Sabiduría y Divinidad pèrfecta.

A cada vida humana eliminada por ley, sin tener conciencia

de este acto tan repudiable y abominable..

La tecnología nos muestra tu belleza que es el desarrollo de la vida humana

desde la concerpciòn  hasta el fin de la misma y los misterios del

Reino.

Que no aceptamos, por soberbia: que ciega los intelectos, cierra los corazones al amor,

 y actuamos con ligereza creyéndonos dioses resolviendo quien debe vivir y cómo debemos

vivir, rompiendo todas las reglas;  valores èticos y morales.

No hay conciencia en estos tiempos apocalípticos,me pregunto

¿ cómo será el fin?

¿ No pensamos, que el orden, si o si, por necesidad llegara el dìa en que

 por la misma vida debe volver a ordenarse?

Esto está escrito en la misma historia humana, que nos enseña que el mal termina mal,

que el bien es imprescindible para subsistir.

Pero si en esta gran avenida de la vida vamos todos de contramano, no 

respetamos semáforos. etc etc etc.

¿ Cual seria el final ? : destrucciòn; por las mismas actitudes que generamos con nuestras 

conductas erradas y malvadas.

Padre con vergüenza y tristeza, te pido pertdòn.

Que asì sea
Perla


martes, 24 de diciembre de 2019

SANTA MISA DE NOCHEBUENA: SANTO PADRE FRANCISCO


Solemnidad de la natividad del señor



Homilía del Papa Francisco en la Misa de la Solemnidad de la Natividad del Señor



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Este 24 de diciembre en la Basílica de San Pedro el Papa Francisco celebró la Misa de la Solemnidad de la Natividad del Señor, en el que recordó que Dios se dio gratuitamente en un Niño nacido en Belén para salvar a los hombres, porque ama a todos.
“La Navidad nos recuerda que Dios sigue amando a cada hombre, incluso al peor. A mí, a ti, a cada uno de nosotros, Él nos dice hoy: ‘Te amo y siempre te amaré, eres precioso a mis ojos’”, afirmó el Papa Francisco.
A continuación la homilía completa del Santo Padre:
«El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande» (Is 9,1). Esta profecía de la primera lectura se realizó en el Evangelio. De hecho, mientras los pastores velaban de noche en sus campos, «la gloria del Señor los envolvió de claridad» (Lc 2,9). En la noche de la tierra apareció una luz del cielo. ¿Qué significa esta luz surgida en la oscuridad? Nos lo sugiere el apóstol Pablo, que nos dijo: «Se ha manifestado la gracia de Dios». La gracia de Dios, «que trae la salvación para todos los hombres» (Tt 2,11), ha envuelto al mundo esta noche.
Pero, ¿qué es esta gracia? Es el amor divino, el amor que transforma la vida, renueva la historia, libera del mal, infunde paz y alegría. En esta noche, el amor de Dios se ha mostrado a nosotros: es Jesús. En Jesús, el Altísimo se hizo pequeño para ser amado por nosotros. En Jesús, Dios se hizo Niño, para dejarse abrazar por nosotros. Pero, podemos todavía preguntarnos, ¿por qué san Pablo llama “gracia” a la venida de Dios al mundo? Para decirnos que es completamente gratuita. Mientras que aquí en la tierra todo parece responder a la lógica de dar para tener, Dios llega gratis. Su amor no es negociable: no hemos hecho nada para merecerlo y nunca podremos recompensarlo.
Se ha manifestado la gracia de Dios. En esta noche nos damos cuenta de que, aunque no estábamos a la altura, Él se hizo pequeñez para nosotros; mientras andábamos ocupados en nuestros asuntos, Él vino entre nosotros. La Navidad nos recuerda que Dios sigue amando a cada hombre, incluso al peor. A mí, a ti, a cada uno de nosotros, Él nos dice hoy: “Te amo y siempre te amaré, eres precioso a mis ojos”. Dios no te ama porque piensas correctamente y te comportas bien; Él te ama y basta. Su amor es incondicional, no depende de ti. Puede que tengas ideas equivocadas, que hayas hecho de las tuyas; sin embargo, el Señor no deja de amarte. ¿Cuántas veces pensamos que Dios es bueno si nosotros somos buenos, y que nos castiga si somos malos? Pero no es así. Aun en nuestros pecados continúa amándonos. Su amor no cambia, no es quisquilloso; es fiel, es paciente. Este es el regalo que encontramos en Navidad: descubrimos con asombro que el Señor es toda la gratuidad posible, toda la ternura posible. Su gloria no nos deslumbra, su presencia no nos asusta. Nació pobre de todo, para conquistarnos con la riqueza de su amor.
Se ha manifestado la gracia de Dios. Gracia es sinónimo de belleza. En esta noche, redescubrimos en la belleza del amor de Dios, también nuestra belleza, porque somos los amados de Dios. En el bien y en el mal, en la salud y en la enfermedad, felices o tristes, a sus ojos nos vemos hermosos: no por lo que hacemos sino por lo que somos. Hay en nosotros una belleza indeleble, intangible; una belleza irreprimible que es el núcleo de nuestro ser. Dios nos lo recuerda hoy, tomando con amor nuestra humanidad y haciéndola suya, “desposándose con ella” para siempre.
De hecho, la «gran alegría» anunciada a los pastores esta noche es «para todo el pueblo». En aquellos pastores, que ciertamente no eran santos, también estamos nosotros, con nuestras flaquezas y debilidades. Así como los llamó a ellos, Dios también nos llama a nosotros, porque nos ama. Y, en las noches de la vida, a nosotros como a ellos nos dice: «No temáis» (Lc 2,10). ¡Ánimo, no hay que perder la confianza, no hay que perder la esperanza, no hay que pensar que amar es tiempo perdido! En esta noche, el amor venció al miedo, apareció una nueva esperanza, la luz amable de Dios venció la oscuridad de la arrogancia humana. ¡Humanidad, Dios te ama, se hizo hombre por ti, ya no estás sola!
Queridos hermanos y hermanas: ¿Qué hacer ante esta gracia? Una sola cosa: acoger el don. Antes de ir en busca de Dios, dejémonos buscar por Él. No partamos de nuestras capacidades, sino de su gracia, porque Él es Jesús, el Salvador. Pongamos nuestra mirada en el Niño y dejémonos envolver por su ternura. Ya no tendremos más excusas para no dejarnos amar por Él: Lo que sale mal en la vida, lo que no funciona en la Iglesia, lo que no va bien en el mundo ya no será una justificación. Pasará a un segundo plano, porque frente al amor excesivo de Jesús, que es todo mansedumbre y cercanía, no hay excusas. La pregunta que surge en Navidad es: “¿Me dejo amar por Dios? ¿Me abandono a su amor que viene a salvarme?”.
Un regalo así, tan grande, merece mucha gratitud. Acoger la gracia es saber agradecer. Pero nuestras vidas a menudo transcurren lejos de la gratitud. Hoy es el día adecuado para acercarse al sagrario, al belén, al pesebre, para agradecer. Acojamos el don que es Jesús, para luego transformarnos en don como Jesús. Convertirse en don es dar sentido a la vida y es la mejor manera de cambiar el mundo: cambiamos nosotros, cambia la Iglesia, cambia la historia cuando comenzamos a no querer cambiar a los otros, sino a nosotros mismos, haciendo de nuestra vida un don.
Jesús nos lo manifiesta esta noche. No cambió la historia constriñendo a alguien o a fuerza de palabras, sino con el don de su vida. No esperó a que fuéramos buenos para amarnos, sino que se dio a nosotros gratuitamente. Tampoco nosotros podemos esperar que el prójimo cambie para hacerle el bien, que la Iglesia sea perfecta para amarla, que los demás nos tengan consideración para servirlos. Empecemos nosotros. Así es como se acoge el don de la gracia. Y la santidad no es sino custodiar esta gratuidad.
Una hermosa leyenda cuenta que, cuando Jesús nació, los pastores corrían hacia la gruta llevando muchos regalos. Cada uno llevaba lo que tenía: unos, el fruto de su trabajo, otros, algo de valor. Pero mientras todos los pastores se esforzaban, con generosidad, en llevar lo mejor, había uno que no tenía nada. Era muy pobre, no tenía nada que ofrecer. Y mientras los demás competían en presentar sus regalos, él se mantenía apartado, con vergüenza. En un determinado momento, san José y la Virgen se vieron en dificultad para recibir todos los regalos, sobre todo María, que debía tener en brazos al Niño. Entonces, viendo a aquel pastor con las manos vacías, le pidió que se acercara. Y le puso a Jesús en sus manos. El pastor, tomándolo, se dio cuenta de que había recibido lo que no se merecía, que tenía entre sus brazos el regalo más grande de la historia. Se miró las manos, y esas manos que le parecían siempre vacías se habían convertido en la cuna de Dios. Se sintió amado y, superando la vergüenza, comenzó a mostrar a Jesús a los otros, porque no podía sólo quedarse para él el regalo de los regalos.
Querido hermano, querida hermana: Si tus manos te parecen vacías, si ves tu corazón pobre en amor, esta noche es para ti. Se ha manifestado la gracia de Dios para resplandecer en tu vida. Acógela y brillará en ti la luz de la Navidad

Contemplaciòn:
" Niño de Belen Hijo de Dios".
Dios y salvador nuestro, te amamos
Muchos  somos los que hoy queremos ser como aquel hombre pobre
para recibir de nuestra  Madre y Madre de Jesùs  el
privilegio, la gracia de tener al Niño Dios en los brazos,
acercalo a nuestro corazòn, y expresarle cuanto lo amamos,
  pedirle protección pora todos los niños del mundo.especialmente
los que se encuentran en el vientre materno
Que asìs sea
Perla

domingo, 22 de diciembre de 2019

FELIZ NAVIDAD 2019




Oración para Noche Buena
Lector 1:
Querido Padre, Dios del cielo y de la tierra:
En esta noche santa te queremos dar gracias por tanto amor. Gracias por nuestra familia y por nuestro hogar. Gracias por las personas que trabajan con nosotros.
Bendícenos en este día tan especial en el que esperamos el nacimiento de tu Hijo. Ayúdanos a preparar nuestros corazones para recibir al Niño Jesús con amor, con alegría y esperanza. Estamos aquí reunidos para adorarlo y darle gracias por venir a nuestro mundo a llenar nuestras vidas.
Hoy al contemplar el pesebre recordamos especialmente a las familias que no tienen techo, alimento y comodidad. Te pedimos por ellas para que la Virgen y San José les ayuden a encontrar un cálido hogar.
Lector 2:
Padre bueno, te pedimos que el Niño Jesús nazca también en nuestros corazones para que podamos regalarle a otros el amor que Tu nos muestras día a día. Ayúdanos a reflejar con nuestra vida tu abundante misericordia.
Que junto con tus Ángeles y Arcángeles vivamos siempre alabándote y glorificandote.
(En este momento alguien de la familia pone al Niño Jesús en el pesebre o si ya está allí se coloca un pequeño cirio o velita delante de Él).
Lector 3:
Santísima Virgen María, gracias por aceptar ser la Madre de Jesús y Madre nuestra, gracias por tu amor y protección. Sabemos que día a día intercedes por nosotros y por nuestras intenciones, gracias Madre.
Querido San José, gracias por ser padre y protector del Niño Jesús, te pedimos que ruegues a Dios por nosotros para que seamos una familia unida en el amor y podamos ser ejemplo de paz y reconciliación para los demás.
Amén
Rezar: 1 Padre Nuestro, 1 Ave María, 1 Gloria
Fuente: Navidad es Jesús
Aci-Prensa
Contemplaciòn:
Oh Padre Dios, te amamos y glorificamos.
Te damos gracias por tu creaciòn,por darnos
a Jesùs,Dios Hijo,y en El perdonar todas
 nuestras faltas.
Te imploramos, para que  en esta Navidad ilumines a
los hombres y mujeres que no te aman y glorifican
que se han alejado de Ti.
Necesitamos vivir en un mundo como  nos lo diste,que 
escrito esta en tus Mandamientos y Sacramentos.
Un mundo ordenado para vivir en paz, necesitamos de tu 
perdón, muchas atrocidades y faltas hay en  almas 
adormecidas que necesitan del Reino, para despertar al bien.
Recordamos con amor, a ese Niño Dios que nació en Belen, que vino
a salvarnos y dio su vida por toda la humanidad.
Padre Eterno, es a Èl a quien hoy espera nuestro corazòn cristiano,
 es el Niño Jesus que nacio en Belen;quien es el:
 Jesucristo Rey del Universo y Salvador de toda la humanidad.
 Si tu infinita Misericordia lo permite. y nos regalas la Gracia
 podremos ver y vivir, su segunda Venida,
"míranos Padre Santo," 
hay  entre nosotros mucha sed, de Paz y Justicia;
que solo viene de Ti y de tu Amor infinito ".
Te entregamos, nuestra amor, humildad y fidelidad.
Que asì sea
Perla