martes, 29 de octubre de 2019

ORAMOS CON EL SAGRADO CORAZÒN DE JESÙS

ORACIÓN DE LOS TRES DÍAS AL SAGRADO CORAZÓN 

Primer día

Acto de Contrición:
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuese impuesta.


Oración del día:
¡Oh Corazón amantísimo de Jesús!, coronado por la Santa Cruz, árbol frondoso que se nutre con tu Sangre Preciosísima!; en unión de todos los Santos y almas fervorosas que en todos los tiempos y lugares te han amado, te adoro, te amo con todo mi corazón; y para darte una prueba más patente de mi afecto, renuevo y te ofrezco las promesas que hice en el santo Bautismo, prefiriendo tu gracia y tu amor a todas las riquezas de la tierra. Dame, en cambio, Señor, los verdaderos tesoros y riquezas celestiales, que son las virtudes de tu Divino Corazón que, como flores olorosas brotan al pie de tu Cruz, rociadas y regadas con tu preciosa Sangre. Amén.

Un Padrenuestro. Un Avemaría. Un Gloria.


Oración Final:
¡Oh Dios!, protector de cuantos en Ti confían, sin cuyo poder nada hay fuerte, nada hay santo; aumenta en nosotros tus misericordias, para que, siendo Tú quien nos dirijas y nos guíes de tal manera pasemos por las cosas temporales, que no perdamos las eternas. Te lo pedimos por el Corazón de tu Santísimo Hijo Jesús. Amén.


 

Segundo día
 
Acto de Contrición:
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuese impuesta.


Oración del día:
¡Oh, Corazón dulcísimo de Jesús!, ceñido de punzantes espinas, símbolo expresivo de nuestras ingratitudes, que te lastiman y de nuestros pecados, que te despedazan, en unión de todos los Espíritus Angélicos, que sin cesar te alaban y se abrazan en tu amor, te adoro, te amo sobre todas las cosas; y en testimonio de este amor, te ofrezco el propósito que te hago de aborrecer todo pecado. Renuncio de una manera particular a los placeres del sentido, para gozar del dulcísimo placer de amar tu infinita bondad; concédeme, el espíritu de mortificación y apartamiento del mundo, para poder un día formar parte del coro virginal que te seguirá y como corona te rodeará eternamente. Amén.

Un Padre nuestro. Un Avemaría. Un Gloria.



Oración Final:
¡Oh Dios!, protector de cuantos en Ti confían, sin cuyo poder nada hay fuerte, nada hay santo; aumenta en nosotros tus misericordias, para que, siendo Tú quien nos dirijas y nos guíes de tal manera pasemos por las cosas temporales, que no perdamos las eternas. Te lo pedimos por el Corazón de tu Santísimo Hijo Jesús. Amén.

 

Tercer día 
Acto de Contrición:
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Tú quien eres, Bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno. Ayudado de tu divina Gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuese impuesta.


Oración del 1º día:
¡Oh, Corazón Sacratísimo de Jesús!, rasgado por el hierro de la lanza, como puerta abierta del Paraíso cuya entrada nos franquean los méritos de tu Pasión santísima!; en unión del Corazón Inmaculado de tu Madre, que te ha amado más que todos los Ángeles y hombres, te adoro, te amo cuanto me es posible por las soberanas perfecciones que te adornan; y para hacer más eficaz mi amor, te ofrezco la promesa que e hago de propagar cuanto me sea posible el reinado de tu Divino Corazón y la obediencia a tu santa Iglesia y a sus representantes. Dame, Señor, por la intercesión del Corazón de tu Madre, que lo es también mía, la perseverancia final en tu gracia y en la fe de la Iglesia Católica, a fin de vivir morir y reinar eternamente en la morada deliciosa de tu dulcísimo Corazón. Amén.

Un Padre nuestro. Un Avemaría. Un Gloria.


Oración Final:
¡Oh Dios!, protector de cuantos en Ti confían, sin cuyo poder nada hay fuerte, nada hay santo; aumenta en nosotros tus misericordias, para que, siendo Tú quien nos dirijas y nos guíes de tal manera pasemos por las cosas temporales, que no perdamos las eternas. Te lo pedimos por el Corazón de tu Santísimo Hijo Jesús. Amén.


Oraciòn Santa Teresa de Jesùs

Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda,

La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.

Eleva el pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
Nada te turbe.

A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
Nada te espante.

¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
Todo se pasa.

Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.

Ámala cual merece
Bondad inmensa;
pero no hay amor fino
Sin la paciencia.

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
Todo lo alcanza.

Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
Quien a Dios tiene.

Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.

Id, pues, bienes del mundo;
id, dichas vanas,
aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta

CONTEMPLACIÒN:

Me sentí como paloma a la que le habían mutilado 

sus alas y ya no podría volar.

Porque en este recorrer vi encerrada en muchas 

jaulas, almas sufrientes heridas por la injusticia, de ser llevadas al exterminio de valores, sin piedad alguna.
Mi corazòn esta sangrante de dolor asì como el tuyo Señor, traspasado en la Cruz.
Vi brazos en alto vivando el triunfo, del mal sobre el bien, del odio, sobre el amor,de la divisiòn a la unión eso nos han demostrado,  permitieron ver conductas erradas divisiòn entre padres e hijos, entre amigos heridas que no cicatrizan asì nomas.
Señor son momentos de prueba,pero los cristianos tomados de tu mano,nos levantaremos; duele perdimos una gran mujer; que estaba muy serca en los momentos difíciles, mujer de manos limpias corazòn limpio,
 ¿que paso con el pobre que no reconoció,al pastor/a de quien ella no se separaba corría dándoles auxilio y ternura?
En mi alma siento  heridas que sangran de mis seres queridos, que me han robado separándolos de mi,También de los que partieron injustamente sin darles oportunidad a vivir y ser feliz, vemos promesas que vienen a apagar voces de inocentes que no pueden defenderse;
 ¿Señor qué haras, permitirás esto?
Señor la noche vendrá y será más triste la existencia
si Tu no llegas, y nos salvas.
No dejes que la esperanza languidezca, ni permitas que mancillen nuestra fe.
Solo vivimos si está con nosotros Tù Luz, si nos salvas de las tinieblas que se avecinan, haznos ver que como dice Santa Teresa: siendo Dios nuestro Tesoro, que presente esta; nada nos falte, porque solo Dios basta.
Tú Señor eres quien sana, eres el bálsamo que necesita mi corazòn: nuestros corazones en estos momentos que se visten de vacío y dolor, porque la paz se ve en peligro para muchos que la aman.
Este tiempo que llegó y está que transcurrirá nos hace ver que está en juego las paz, y es cuando la angustia se apodera, sin Tu presencia.
Señor te amamos y esperamos  la luz y la paz  que solo están contigo y necesitamos.
Y será en la tierra,Tu Gloria la que lleva el triunfo final, en la primavera que Viene;en oraciòn esperamos tus hijos.
Amèn
Perla

No hay comentarios:

Publicar un comentario