jueves, 10 de mayo de 2018

SOLEMNIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LUJAN PATRONA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA

                              SOLEMNIDAD DE NUESTRA SEÑORA DE LUJAN   

                               MAYO DÍA 8



Argentina 10/5/018 hora 15 p.m

A los argentinos:
Hermanos/hermanas: a todos a los dirigentes y al pueblo.
En oración y discernimiento, el Padre me dice: escribe.
Argentinos por favor tomemos conciencia patriótica y humana; recibimos ataques de afuera y de adentro, ignorando que quieren vernos hundidos.
Saben;no hemos comprendido que son muchos  los intereses,  muchos los poderosos  que quieren ser dueños de lo que Dios nos dio, este suelo bendito.
En  casi tres siglos no lo han logrado y como ven continúan en el intento.
Comprendan  queridos hermanos creyentes, que somos la mayoría en este país, estamos atacando al corazón de Cristo y a su Madre, que viene anunciando en sus mensajes en San Nicolás, diciendo ser la dueña de esta su gran casa, que es la argentina y donde presentara a su hijo por segunda vez, los que creemos en su promesa esperamos.
Deberíamos saber  los creyentes que  esta  Nación  fue elegida desde lo alto, por el Todopoderoso,
Pero permanecemos ciegos: solo hay entre nosotros, hermanos, peleas y división  gritos en el Parlamento cuanto desgaste hay mucho egoísmo y soberbia que no nos beneficia carecemos de humildad.
El enemigo mientras más odio y división más feliz se siente,
¿No vemos que  aparecemos en todas las portadas de diarios extranjeros? 
Mostrándonos, como personas a no imitar peligrosas: por el accionar vergonzante de algunos.
 Es lo que mostramos ser una casa dividida donde hay inoperantes y necios; porque cometemos los mismos errores y dice un refrán:
( a rio revuelto ganancia de pescadores)no somos ejemplo y nos muestran al mundo  como inmaduros e incapaces, por culpa de muchos argentino  egoísta  a los que no les importa la Nación.
Hacen  creer que todos somos iguales a ellos, y no es así.
El  dios dinero que esta por todos lados; siempre denigra a los más vulnerables.
No sé cómo no se dan cuenta, que nos muestran como pobres de espíritus,
y razón; saben me duele en el alma y corazón el comportamiento de los orgullosos que se creen superiores y omnipotentes, de los oportunistas
que buscan espacios para tomar un lugar, que no les corresponde.
Son  los que no quieren la paz aparecen hoy parando trenes en vez de trabajar  con responsabilidad  para crecer, perjudicando a tantos hermanos que se levantan de madrugada para ganar el pan para su familia.
Los de siempre, los violentos son pocos, y no hay que darles la oportunidad de implantar el mal y la cultura de la muerte.
Los argentinos creyentes y no creyentes, deberíamos ser semilla  buena para un  mundo, que creyó que sin Dios, lograría controlar las cosas.
¡Miren como estamos!: hoy la tecnología de las comunicaciones nos muestra todo: el mal al instante.
Solo hay violencia odio y sufrimiento, repito no  podemos ni debemos dejar que el odio la destrucción y la muerte  gane, esta batalla que debe ser amor,  amor a sí mismo y a su prójimo, el  hombre sin amor es infeliz.
Somos orantes contemplativos, creyentes que sabemos que la humildad
triunfara sobre la soberbia y el mal, que si desistimos a las conductas del rencor, mal, violencia y  egoísmo ; pidiendo a Dios, su Luz y Amor; Él nos la va a dar.
Este es el mensaje recibido  esta mañana después de mucha oración al  que escribí,
 La Madre Teresa respondía  cuando le preguntaban sobre lo que escribía:
“Yo solo soy el lápiz; el que escribe es Dios.”
El que quiere oír que oiga.
Perla



Testimonio y oración:
Amada Madre, hoy un periodista trato de estúpidos al decir
 (es estúpido pensar) refiriéndose a la política económica y nuestra nacionalidad.
Ratifico, lo que es verdad, este periodista es un señor que no tiene veinte años,
sino cuarenta y un poco mas, creo que si tiene memoria de las crisis argentinas y nuestras frustraciones no diría estúpidos.
Yo si recuerdo desde que tengo uso de razón como nos fue con las deudas
mal manejadas o mal administradas.
Saben:
Cuando se que hablan de mi criticando me doy cuenta,poque caso seguido viene el  ataque  hacia  la Iglesia,
Hoy después de la critica de estupidez; salio otro periodista recordando el caso de un sacerdote abusador en mendoza; este tema viene desde el verano, y esta en la justicia.
El santo Padre Francisco, fue con todo rigor contra todo abusos, pidiendo perdón y que no haya  ni un mínimo de consideración  para los sacerdotes abusadores;a los que ha expulsados y pidió se sometan a la justicia.
Gracias a Dios son miles y miles,los sacerdotes en todo el mundo que trabajan con los hermanos necesitados, a los que, los medios ignoran.
Señores la Iglesia católica siempre fue  voz de los pobres y las injusticias.
Por eso es perseguida  es la Iglesia que nació cuando Jesucristo subió para morir en la Santa Cruz:  allí  padeció por toda la humanidad incluso ustedes.
Somos pro vida defendemos a los que no tienen voz para defenderse de la crueldad, estamos contra de la despenalización de aborto a la que muchos de ustedes defienden.
Lo que dije de nuestra Patria; es Verdad, y de la postura de muchos argentinos también.
Hemos demostrado hoy y siempre  amar a la Nación: como?.
Si le pedi ayer en su día y oración a la Madre: Nuestra Señora de Lujan; Patrona de la Argentina  aclaro:  con respecto a todos los credos que viven con amplia libertad en el país que;  la Constitución Nacional nació y continua siendo de origen; Católico Apostólico y Romano.
Saben porque? los próceres que liberaron al continente Sud Americano, eran hombres de fe, quienes antes de combatir con grandes potencias: rezaban el Santo Rosario, ¿Saben, que es el Santo Rosario? son cuentas que desgranamos y mientras recordamos el Evangelio de Cristo Jesús.
La esencia de esta Nación no  pudieron, ni podrán destruir, por mas micrófonos que griten y ofendan, por mas que vayan con lupa buscando y encuentren a hombres malos e infieles que abusaron de niños y lo viralicen, queriendo destruir a Cristo y cristianos.
Cualquier  hombres que incurre en delito, merece la pena que corresponda, por sus delitos.
 Para la Iglesia que pareciera ser la única pecadora y debe ser condenada públicamente; es triste,  saber que bautizados y consagrados católicos hayan ido  contra de las enseñanzas de Cristo; cuando en el Evangelio
dice: al señalar a los niños.
 " Los que atienen contra estos inocente, mas bien se aten una soga al cuello y se arrojen al mar"
Han pasado dos mil deis y ocho años, de persecución y continuaran porque no aceptan la Verdad, quieren una Verdad dibujada, y no es así.
Este sencillo espacio de oración, cumple una función es amar a Cristo y su Iglesia.
Como la vida es testimonio y buscamos según el Evangelio el amor y la paz entre los hombres, aquí en oración  con honestidad y discernimiento vamos por
 la Verdad, hablando como cristinos y rezamos para que  llegue la luz a los
hombres y logremos la felicidad, que todos merecemos.
Pregunto, en nombre de la Verdad.

¿Tenemos paz?
¿las riquezas están bien distribuidas?
¿Somos verdaderos humanos, con nuestro prójimo ?
¿Tendemos la mano siendo caritativos, con los mas humildes?
¿Respetamos a la Nación desde sus orígenes?
¿ hubo y hay  honestidad en todos los dirigente?
¿Todo los gobiernos defendieron a raja tabla los derechos y vienes de la Nación?
¿Somos una nación rica y justa, según sus potencialidades?
¿Amamos la Patria como San Martín; Belgrano y otros próceres?
¿Ponemos la patria en primer lugar ,antes que los intereses particulares ?

Estas des repuestas , Señor periodista, si son mentira  usted puede y  acepto
que me diga estúpida o ignorante.
Perla 






Oremos:
Madrecita nuestra,te imploramos, no,nos mires porque me da vergüenza sino  mas bien ayúdanos a salir de los egoísmos y soberbia, de tus hijitos argentinos, En donde muchos todavía no han aprendido a, amar a la Patria, como lo hicieran: El general San Martin y el general Manuel Belgrano y todos nuestros próceres, que dieron cada gota de  sus vidas para que nosotros tuviéramos una Patria fuéramos una Nación.
Cada una de las persona que tienen responsabilidades, con la Nación carecen de amor, para con esta tierra bendita que Dios nos regalara gratuitamente.
Hoy cada uno piensa en: como tener dinero sin esfuerzos y trabajo digno, los que mamamos las enseñanzas de nuestros padres en casa y en la escuela  era el amor a todo lo nacional y tener un corazón digno, de vivir en este suelo.
El nombre Patria con mayúscula solo esta en el recuerdo; duele en la piel ,corazón y razón analizar el ayer que era libertad y paz, y vivir el hoy que solo son tiempos de frustración, violencia y perdidas,años de desprolijidad y desborde; nos cabe  solo el dolor por  todos los  argentinos que amaron la patria respetaron y dieron su vida, por convicción, por un ideal.  
La realidad es triste y oscura nos muestra otra cosa de esta tierra vemos divisiones entre hermanos, somos como parias, diría Borges.
Siendo una Nación  potencialmente rica un oasis debería haber alegría y felicidad para todos los habitantes; "mira Madre "cuanta ingratitud y como estamos, lo triste es que no hay conciencia, porque no se ama a la Patria, los que administraron ayer hoy y tal vez los que administren el mañana de ellos esperamos nos digan y muestren la verdad: el verdadero  amor y cambio. Para no pensar que continuaremos creyendo en espejitos de colores;¡ si yo miento ¡díganme! ¿ porque estamos, como estamos?
Estamos debatiendo en el congreso como matar a un inocente, y les falta luz  y capacidad para ver como salimos de la crisis sin peleas o intereses personales: aportartando proyectos y esfuerzos para ser una Nación libre y soberana.
Pareciera que  amar a la patria es  ponernos la escarapela en pechos vacíos, de sentimiento y fidelidad.
No es llegar a la verdad, el ir con comportamientos y pequeñez de espíritu, de salir y vivar si somos campeones en algún deporte: fútbol etc o si nos destacados con hechos intelectuales; ¡que es hermoso!; la pena es que  después del momento vivido cada uno va, a atender su negocio o intereses personal y nos olvidamos de alimentar el crecimiento de la patria,y su evolución
Para quienes amamos este país pareciera que querer ser argentino es una utopía inalcanzable ¿es verdad, o no?
Duele la obsecuencia, la entrega, y que lo que es  de todos solo lo tengan unos pocos;
para colmo, sacan y dejan sacar los bienes del país y llevarlos al extranjero, a otros países que van a estar siempre en contra de nuestros intereses.
Nuestra Señora de Lujan; Patrona de Argentina y Madre de la ternura; ruega ante el Reino de Dios: por Argentina; tu casa.
Amén
Perla




NOVENA DE LA PEREGRINACIÓN A LUJAN 
( por no contar con pc comenzamos tres día juntos)

PRIMER DÍA: La Madre de Jesús quiso estar presente en nuestra tierra para darnos a su Hijo.
Fieles a la fe que recibimos, adoramos a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y veneramos a la Virgen María, la Madre de Jesús. Sabemos que en la historia de nuestra salvación, ella tiene un lugar único. Aceptó ser la Madre del Hijo de Dios y estuvo siempre unida a él. Para hacerla Madre de Cristo, Dios la preservó del pecado ya antes de nacer; por eso la veneramos como la Inmaculada, la Limpia y Pura Concepción, la “llena de gracia”. Desde el cielo, junto a Jesús resucitado, cuida y acompaña a los hermanos de su Hijo que todavía peregrinamos en esta tierra.
La evangelización en nuestro continente estuvo marcada por un gran amor a la Madre de Dios, que siempre dio señales de su compañía y cuidado. Así, una imagen sencilla de su Limpia y Pura Concepción, quiso quedarse en el río Luján en 1630. Su presencia silenciosa a través de la historia nos acerca el amor misericordioso de Dios, que quiso hacerse hombre para darnos su Vida.
LEAMOS CON ATENCIÓN LA PALABRA DE DIOS:
De la Carta a los Gálatas:
“Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos.” (4, 4-5)
RECEMOS AHORA CON EL CANTO DE LA VIRGEN:
Lc 1, 46-55
Antífona: El Señor hizo en mí maravillas.
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo
y su misericordia llega a sus fieles,
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
a favor de Abraham y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
Antífona: El Señor hizo en mí maravillas.
INTENCIONES:
– Amada y pura madre de Luján: te escribo estas líneas para agradecerte que hayas aceptado en tu mise-ricordioso corazón que seamos tus hijos, aunque seamos rebeldes y tantos dolores te causemos…
– María, te pido que me des fuerza para poder seguir tu ejemplo de madre, hija, esposa. Y que la luz de tu Hijo Jesús no deje de brillar en nuestro país. Danos esperanza.
(Podemos agregar otras oraciones.)
Padre Nuestro…
Dios te salve, María…
Gloria al Padre, al Hijo…
ORACIÓN FINAL: Virgencita de Luján, Madre de los que vivimos en esta tierra Argentina, ¡gracias por quedarte con nosotros! Estamos como Jesús, en la cruz; doloridos, pero esperando la vida. Sostened nuestros brazos. Cúbrenos con tu manto. Cuida a nuestro pueblo. Virgencita de Luján, somos tus hijos. Amén.
SEGUNDO DÍA: La Virgen de Luján nos recuerda que Dios va haciendo la historia junto a su pueblo.
Como dice el dicho, “el hombre propone y Dios dispone”…
En el año de 1630, un hacendado portugués de Sumampa, Santiago del Estero, encargó a un amigo suyo de Pernambuco, Brasil, una imagen de la Inmaculada Concepción de la Virgen. Éste le envió dos imágenes pequeñas, hechas de tierra cocida: una de la Limpia y Pura Concepción, y otra de la Virgen con el Niño Jesús dormido en sus brazos. Ambas fueron conducidas por mar desde el puerto de Pernambuco al de Buenos Aires, y después, en carreta, tomaron rumbo al norte por el “camino viejo”.
Dios quiso intervenir en este “camino” y lo cierto es que, quien llegó a Sumampa fue la imagen de la Virgen con el Niño. Para la otra imagen, el Señor tenía otros planes…
LEAMOS CON ATENCIÓN LA PALABRA DE DIOS:
Del libro del profeta Isaías:
“Los pensamientos de ustedes no son los míos, ni los caminos de ustedes son mis caminos –oráculo del Señor-. Como el cielo se alza por encima de la tierra, así sobrepasan mis caminos y mis pensamientos a los caminos y a los pensamientos de ustedes.” (55, 8-9)
RECEMOS AHORA CON UN SALMO:
SALMO 25

Antífona: Muéstranos, Señor, tus caminos.
Muéstrame, Señor, tus caminos,
enséñame tus senderos.
Guíame por el camino de tu fidelidad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador,
y yo espero en ti todo el día.
El Señor es bondadoso y recto:
por eso muestra el camino a los extraviados,
él guía a los humildes para que obren rectamente
y enseña su camino a los pobres.
Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad,
para los que observan los preceptos de su alianza.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
Antífona: Muéstranos, Señor, tus caminos.
INTENCIONES:
Te pido que me ilumines y me guíes en el difícil camino de elegir mi carrera y poder aclarar mi cabeza.
– Dame la calma que necesito para ver mi camino, ilumíname, te lo ruego, sólo sé que a pesar de todo siempre tuve dentro mío ansias de vivir.
(Podemos agregar otras oraciones.)
Padre Nuestro…
Dios te salve, María…
Gloria al Padre, al Hijo…
ORACIÓN FINAL: Virgencita de Lujan, Madre de los que vivimos en esta tierra Argentina, ¡gracias por quedarte con nosotros! Estamos como Jesús, en la cruz; doloridos, pero esperando la vida. Sostén nuestros brazos. Cubrenos con tu manto. Cuida a nuestro pueblo. Virgencita de Lujan, somos tus hijos. Amén

TERCER DÍA: La Virgen de Lujan nos invita a no dejar de maravillarnos ante los signos que Dios realiza entre nosotros.
Para ir hacia el norte, desde Buenos Aires, la carreta que llevaba las imágenes de la Virgen debía hacer varias paradas. La segunda fue cerca del río Luján, en la estancia de Rosendo (actualmente Villa Rosa, partido de Pilar). Fue en ese lugar donde ocurrió el milagro: como la carreta no podía avanzar decidieron descargarla; y sucedió que al bajar uno de los cajones avanzaba normalmente. Si se cargaba ese cajón, volvía a detenerse. Al abrirlo, encontraron la imagen de la Limpia y Pura Concepción. Conmovidos, el ne-gro Manuel y otros testigos, entendieron que la Virgen había elegido ese lugar y decidido quedarse allí.
Hoy también reconocemos en ese signo el amor que Dios nos tuvo, y el modo admirable en el que quiso dejar a su Madre entre nosotros, antes de que fuéramos nación.
LEAMOS CON ATENCIÓN LA PALABRA DE DIOS:
Del evangelio de san Marcos:
“La gente quedó asombrada y glorificaba a Dios diciendo: ‘Nunca hemos visto nada igual’.” (2, 12)
RECEMOS AHORA CON UN SALMO:
SALMO 117
Antífona: Alaben al Señor, todos los pueblos.
¡Alaben al Señor, todas las naciones,
glorifíquenlo, todos los pueblos!
Porque es inquebrantable su amor por nosotros,
y su fidel
idad permanece para siempre. Aleluya.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
Antífona: Alaben al Señor, todos los pueblos.
INTENCIONES:
– Siempre recordaré, mientras viva, el milagro que se produjo en mí en 1999… Ayudaste a mi matrimonio y a mi familia toda. Te pido, Madre, la bendición y la protección para todos…
– Virgen de Luján: gracias por haberle curado a mi esposo…
– Virgencita de Luján: te doy gracias por haberme escuchado en el momento que te necesité. Gracias por haber ayudado a mi bebé a salir del problema que tuvo cuando nació.
– Vengo a tus pies, mi Santa Virgen de Luján, a cumplir con mi promesa, casi ya cumplida por tus plega-rias… Ya podemos decir: “nuestra casa”, ya la tenemos, de por vida te rezaremos por esta bendición.
– Virgencita querida, te pido que hagas el milagro por el bien de mis nietitos, de mis hijos y toda mi fami-lia. Gracias. Una abuela desesperada.
(Podemos agregar otras oraciones.)
Padre Nuestro…
Dios te salve, María…
Gloria al Padre, al Hijo…
ORACIÓN FINAL: Virgencita de Luján, Madre de los que vivimos en esta tierra Argentina, ¡gracias por que-darte con nosotros! Estamos como Jesús, en la cruz; doloridos, pero esperando la vida. Sostené nuestros brazos. Cubrinos con tu manto. Cuidá a nuestro pueblo. Virgencita de Luján, somos tus hijos. Amén.
CUARTO DÍA: El amor de la Virgen nos da la libertad para estar al servicio de nuestros hermanos.
El negro Manuel fue traído de África como esclavo, cuando tenía unos 25 años. Fue comprado en Brasil y traído a Buenos Aires, junto con las imágenes. Después del milagro se dedicó, hasta su muerte, por más de 50 años, a servir a la Virgen. Cuenta la tradición que muchos enfermos recobraban la salud cuando Manuel los ungía con el aceite de la lámpara que ardía en honor de Nuestra Señora. Se sabe que estuvo unos años casado con una mujer criolla llamada Beatriz, que era esclava de la misma familia a la que pertenecía; y luego enviudó.
Para que pudiera seguir cuidando la imagen, fue comprado a sus antiguos dueños gracias a una colecta popular, aunque él ya decía: “Soy de la Virgen, nomás”.
LEAMOS CON ATENCIÓN LA PALABRA DE DIOS:
Del evangelio de san Juan:
“Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su Señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros.” (15, 15-17)
RECEMOS AHORA CON UN SALMO:
SALMO 102
Antífona: El amor del Señor permanece para siempre.
Bendice al Señor, alma mía,
que todo mi ser bendiga su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía,
y nunca olvides sus beneficios.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus dolencias;
rescata tu vida del sepulcro,
te corona de amor y de ternura;
el Señor hace obras de justicia
y otorga el derecho a los oprimidos.
Como un padre cariñoso con sus hijos,
así es cariñoso el Señor con sus fieles;
él conoce de qué estamos hechos,
sabe muy bien que no somos más que polvo.
Pero el amor del Señor permanece para siempre.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
Antífona: El amor del Señor permanece para siempre.
INTENCIONES:
– Virgen de Luján, gracias por darme la libertad y poder estar con mi familia. Ayudame en todo momento, líbrame de toda tentación y nunca más separarme de mi familia.
– Virgencita de Luján, te pido bendición por los que están privados de su libertad, que pronto tengan su libertad. Gracias.
– Señor, gracias por mirarme y bendecirme con una familia hermosa; te pido pan, trabajo y salud para todos los argentinos. Amén.
(Podemos agregar otras oraciones.)
Padre Nuestro…
Dios te salve, María…
Gloria al Padre, al Hijo…
ORACIÓN FINAL: Virgencita de Luján, Madre de los que vivimos en esta tierra Argentina, ¡gracias por que-darte con nosotros! Estamos como Jesús, en la cruz; doloridos, pero esperando la vida. Sostené nuestros brazos. Cubrinos con tu manto. Cuidá a nuestro pueblo. Virgencita de Luján, somos tus hijos. Amén.
QUINTO DÍA: Desde el cielo, el negro Manuel nos anima a acercar a la Virgen a nuestros hermanos y a rezar por sus necesidades.
La primera ermita que le construyeron a la Virgen estuvo terminada en 1633. Pero a pesar de que crecía la fama de los milagros y gracias que Ella concedía, el lugar quedó más tarde abandonado durante unos cuarenta años. Sólo el negro Manuel mantuvo vivo en ese tiempo el culto a “Nuestra Señora de Luján”, como ya se la acostumbraba a llamar. Él era quien recibía a los peregrinos, rezaba por sus necesidades, cuidaba de la ermita y de la imagen, y contaba la historia del milagro.
Su gran amor a la Señora y la fidelidad a su servicio durante esos años, permitieron que hoy conservemos la imagen de la Virgen y guardemos en la memoria su presencia milagrosa entre nosotros.
LEAMOS CON ATENCIÓN LA PALABRA DE DIOS:
Del evangelio de san Mateo:
“En aquel tiempo, Jesús dijo: ‘Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has que-rido. Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana’. ” (11, 25-26. 28-30)
RECEMOS AHORA CON UN SALMO:
SALMO 27
Antífona: Señor, no me dejes ni me abandones.
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida,
¿ante quién temblaré?
Aunque acampe contra mí un ejército
mi corazón no temerá;
aunque estalle una guerra contra mí,
no perderé la confianza.
No alejes con ira a tu servidor,
tú, que eres mi ayuda;
no me dejes ni me abandones,
mi Dios y mi salvador.
Aunque mi padre y mi madre me abandonen,
el Señor me recibirá.
Yo creo que contemplaré la bondad del Señor
en la tierra de los vivientes.
Espera en el Señor y sé fuerte;
ten valor y espera en el Señor.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
Antífona: Señor, no me dejes ni me abandones.
INTENCIONES:
– Santísima Virgencita de Luján: …te pido… que mejoren las cosas del país. Quisiera ver crecer a mi nieto mejor…
– Virgen de Luján: …no te podés imaginar el dolor que siento al ver a mis papás peleados, cuidalos mu-cho, que los amo. Gracias, y que mejore la Argentina, que no haya más chiquitos con hambre…
– Te agradezco, Madre, por enseñarme el lenguaje del amor y cobijarme en los momentos de soledad. Pero mi fe es limitada, te pido que me ayudes a acrecentarla.
(Podemos agregar otras oraciones.)
Padre Nuestro…
Dios te salve, María…
Gloria al Padre, al Hijo…
ORACIÓN FINAL: Virgencita de Luján, Madre de los que vivimos en esta tierra argentina, ¡gracias por que-darte con nosotros! Estamos como Jesús, en la cruz; doloridos, pero esperando la vida. Sostené nuestros brazos. Cubrinos con tu manto. Cuidá a nuestro pueblo. Virgencita de Luján, somos tus hijos. Amén.
SEXTO DÍA: En Luján, tenemos una casa para estar con la Virgen. Pero Ella también quiere peregrinar con nosotros.
La señora Ana de Matos, que tenía u
na estancia unas 5 o 6 leguas de distancia de la de Rosendo, al ver el abandono en el que había quedado la ermita decidió ofrecerle un lugar más digno a la Virgen y construir, con el tiempo, una capilla para que la pudieran venerar los peregrinos. Así, con una procesión que duró dos días, la Virgen peregrinó junto a sus hijos hasta el lugar donde se construiría el nuevo templo.
También Ana de Matos, como el negro Manuel, fue un instrumento de Dios para servir a su pueblo. Gra-cias a ella, nuestra Madre pudo tener una casa para seguir recibiendo a sus hijos; y las tierras que le donó a la Virgen dieron origen a la actual ciudad de Luján.
LEAMOS CON ATENCIÓN LA PALABRA DE DIOS:
Del evangelio de san Lucas:
“En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isa-bel, llena del Espíritu Santo, exclamó: ‘¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor.” (1, 39-45)
RECEMOS AHORA CON UN SALMO:
SALMO 84
Antífona: Feliz quien ama al Señor y marcha en sus caminos.
¡Qué amable es tu Morada,
Señor del universo!
Mi alma se consume de deseos
por los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne claman ansiosos
por el Dios viviente.
Hasta el gorrión encontró una casa,
y la golondrina tiene un nido
donde poner sus pichones,
junto a tus altares, Señor del universo,
mi Rey y mi Dios.
¡Felices los que habitan en tu Casa
y te alaban sin cesar!
¡Felices los que encuentran su fuerza en ti,
al emprender la peregrinación!
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
Antífona: Feliz quien ama al Señor y marcha en sus caminos.
INTENCIONES:
– Virgencita: queremos agradecerte por estar siempre con nosotros, por guiarnos e iluminarnos… Te pido por mi familia aquí presente en tu casa.
– Virgen de Luján: quisiera encomendar en tus manos la felicidad de cada persona que te visita esforzán-dose para llegar a tu Basílica y pedirte por los que hoy no están.
(Podemos agregar otras oraciones.)
Padre Nuestro…
Dios te salve, María…
Gloria al Padre, al Hijo…
ORACIÓN FINAL: Virgencita de Luján, Madre de los que vivimos en esta tierra Argentina, ¡gracias por que-darte con nosotros! Estamos como Jesús, en la cruz; doloridos, pero esperando la vida. Sostené nuestros brazos. Cubrinos con tu manto. Cuidá a nuestro pueblo. Virgencita de Luján, somos tus hijos. Amén.
SÉPTIMO DÍA: A través de la Virgen, Dios nos da alivio y consuelo para nuestros dolores.
En 1684, el padre Pedro Montalbo viajó desde Buenos Aires afectado por ahogos asmáticos. Quería vivir o morir cerca la Virgen. Fue recibido por el negro Manuel, que como a otros enfermos, lo ungió con el acei-te de la lámpara que ardía en honor de la Virgen; y le expresó que si se curaba, sería el primer capellán de la Virgen de Luján. Y efectivamente, luego de sanarse, el padre Pedro la sirvió durante 16 años, hasta su muerte.
LEAMOS CON ATENCIÓN LA PALABRA DE DIOS:
De la segunda carta a los Corintios:
“Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de todo consue-lo, que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Dios. ” (1, 3-4)
RECEMOS:
DEL PROFETA ISAÍAS (Cap. 38)
Antífona: Protégenos, Señor, todos los días de nuestra vida.
Yo decía: En lo mejor de mis días me tengo que ir:
he sido destinado a las puertas del abismo
por el resto de mis años.
Yo decía: Ya no contemplaré al Señor
en la tierra de los vivientes;
no veré más a los hombres
entre los habitantes del mundo.
Estoy piando como una golondrina,
gimo como una paloma.
Mis ojos se consumen de mirar a lo alto:
¡me oprimen, Señor, sé tú mi fiador!
Mi amargura se cambió en bienestar:
tú has preservado mi vida
de la fosa del aniquilamiento,
porque has arrojado detrás de tus espaldas
todos mis pecados.
Porque tú me salvaste, Señor,
haremos resonar nuestras liras
todos los días de nuestra vida
junto a la Casa del Señor.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
Antífona: Protégenos, Señor, todos los días de nuestra vida.
INTENCIONES:
– Virgen Madrecita mía: traje a mi hijo a hacerlo tu hijo y así por intermedio tuyo Dios deposite sus manos en él. Tiene problemitas de salud, que con tu ayuda y la mano del Padre va a superar… Gracias, Madre.
– Virgencita: te voy a pedir por una compañera que estuvo internada conmigo. Es una persona muy bue-na conmigo y te quiere mucho.
– Virgen de Luján, gracias por sanar a mi hijo y ayudarme a mí a superar mis problemas de salud.
(Podemos agregar otras oraciones.)
Padre Nuestro…
Dios te salve, María…
Gloria al Padre, al Hijo…
ORACIÓN FINAL: Virgencita de Luján, Madre de los que vivimos en esta tierra Argentina, ¡gracias por que-darte con nosotros! Estamos como Jesús, en la cruz; doloridos, pero esperando la vida. Sostené nuestros brazos. Cubrinos con tu manto. Cuidá a nuestro pueblo. Virgencita de Luján, somos tus hijos. Amén.
OCTAVO DÍA: A los pies de nuestra Madre de Luján, descubrimos una historia en común y nos reco-nocemos hermanos.
El milagro de la Virgen de Luján ocurrió hace muchos años. Sin embargo, el suceso de los cajoncitos y la carreta inmóvil ha llegado hasta nosotros. Alguien nos lo contó. Nuestros padres o abuelos; los catequis-tas o algún sacerdote. Lo cierto es que sabemos, por muchas voces que lo han trasmitido, que la Virgen quiso quedarse en Luján.
La figura del Negro Manuel cobra mucha importancia también en este aspecto: fue testigo presencial del milagro y lo contó a los peregrinos que visitaban a la Madre. Su fidelidad y constancia hizo posible que hoy este hecho estuviera en la memoria del Pueblo de Dios en nuestra Patria.
La tradición continuó y continúa. Quienes hoy visitan a la Virgen, aunque no sepan su historia al detalle, experimentan su cariño y lo trasmiten a sus hijos, a sus amigos…
LEAMOS CON ATENCIÓN LA PALABRA DE DIOS:
Del evangelio de san Lucas:
“Jesús les dijo entonces esta parábola: Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las no-venta y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla? Y cuando la en-cuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: Alégrense conmigo porque encontré la oveja que se me había perdido.” (15, 3-6)
RECEMOS:
SALMO 145
Antífona: Alabaremos tu nombre por siempre, Señor.
Te alabaré, Dios mío, a ti, el único Rey,
y bendeciré tu nombre eternamente;
día tras día te bendeciré,
y alabaré tu nombre sin cesar.
¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza:
su grandeza es insondable!
Cada generación celebra tus acciones
y le anuncia a las otras tus portentos:
ellas hablan del esplendor de tu gloria,
y yo también cantaré tus maravillas.
Ellas publican tus tremendos prodigios
y narran tus grandes proezas;
divulgan el recuerdo de tu inmensa bondad
y cantan alegres por tu victoria.
Mi boca proclamará la alabanza del Señor:
que todos los vivient
es bendigan tu santo Nombre,
desde ahora y para siempre.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
Antífona: Alabaremos tu nombre por siempre, Señor.
INTENCIONES:
– Después de tantos años sin poder venir, pude al fin conocer la iglesia de Luján, que vine cuando tenía un año…
– Virgencita de Luján: este sábado vine primero que nada, a cumplir con mi ofrenda de agradecimiento, por la petición que en su momento te supo hacer mi abuela tan amada (Dios la tenga en su gloria), luego de tantos años. Yo te ofrezco mis plegarias, te ofrezco mis servicios, para con quienes lo necesiten.
– Virgencita, ayudaste y escuchaste las plegarias de mis papás, hoy te pido que con misericordia escuches y recibas las mías.
(Podemos agregar otras oraciones.)
Padre Nuestro…
Dios te salve, María…
Gloria al Padre, al Hijo…
ORACIÓN FINAL: Virgencita de Luján, Madre de los que vivimos en esta tierra Argentina, ¡gracias por que-darte con nosotros! Estamos como Jesús, en la cruz; doloridos, pero esperando la vida. Sostené nuestros brazos. Cubrinos con tu manto. Cuidá a nuestro pueblo. Virgencita de Luján, somos tus hijos. Amén.
NOVENO DÍA: Desde Luján, Jesús nos sigue diciendo: “Ahí tienes a tu Madre…”
Los argentinos sabemos que en Luján tenemos a nuestra Madre. Es como si Jesús nos hubiera dicho a nosotros lo mismo que le dijo al discípulo estando en la cruz: “Ahí tienes a tu madre”. Su casa es meta de muchos caminos. Sus manitos juntas reciben nuestras oraciones y se las acercan a Dios. Sus ojos buenos atraen nuestras miradas y su manto nos cubre. Su bendición nos reanima y renueva. Es nuestra, pero es de todos: su corazón es tan ancho como el mundo y ninguno de los que la invoca con fe queda sin su cuidado, sea argentino o no.
LEAMOS CON ATENCIÓN LA PALABRA DE DIOS:
Del evangelio de san Juan:
“Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre, con su hermana María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a su madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: “Mujer, aquí tienes a tu hijo”.
Luego dijo al discípulo: “Aquí tienes a tu madre”.
Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.” (19, 25-27)
RECEMOS CON UN SALMO:
SALMO 121
Antífona: Nuestra ayuda viene del Señor.
Levanto mis ojos a las montañas:
¿de dónde me vendrá la ayuda?
La ayuda me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
El Señor es tu guardián,
es la sombra protectora a tu derecha:
de día no te dañará el sol,
ni la luna de noche.
El Señor te protegerá de todo mal
y cuidará tu vida.
El te protegerá en la partida y el regreso,
ahora y para siempre.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo…
Antífona: Nuestra ayuda viene del Señor.
INTENCIONES:
– Mamita, gracias por dejarme venir a verte, te amo y sos mi protectora.
– Yo soy una fiel tuya, como todas las peregrinaciones yo estoy ahí, yendo caminando, aunque el tiempo esté lindo, feo, con viento o lluvioso, yo siempre estoy ahí; te quiero y confío en vos…
– Virgencita de Luján, te doy gracias por la salud de todos mis familiares y te pido que nos des a todos la felicidad y la paz que nos hace falta en el mundo. Yo soy de Sucre, y espero que estés allá.
– Gracias Madre por escucharnos y ayudarnos, por darnos fuerzas para seguir y porque a pesar de todo, somos un pueblo que sigue en la lucha, sin perder la fe.
– Virgen de Luján: yo sé que hoy es un día muy especial para vos porque te visitan grandes, chicos, jóve-nes de toda clase y de todo lugar. Por eso yo te pido de corazón que llegues a cada una de estas perso-nas, especialmente a los jóvenes que están quebrados, angustiados por la desocupación y especialmente por la droga… Te quiero y gracias por estar siempre.

  Contemplación: 


No se ha comunicado el lema de este año:

Madre Amada, con corazón contrito todos tus hijos,
Imploramos tu protección, para nuestra Patria asolada
Y triste, por desencuentros y egoísmos que nos conducen a vivir en tinieblas.
Cuenta Madre con nuestra fidelidad, como siempre  seremos los más humildes
junto a Ti.
Los que jamás te traicionaran, porque  eres la Patrona de nuestra Patria; por más que quieren robarnos nuestra identidad, aunque les pese y persigan a Tu Iglesia y a Jesús, nosotros tus hijos adoptivos seremos siempre argentinos y católicos.
Sabemos cómo es y fue la evolución de la historia y el mal, en estos dos mil diez y ocho años, queriendo sacar al Señor de nuestro corazón hacer desaparecer nuestro amor y convicción; no pudieron los que lo mataron ¿Dónde están?
 Solo permanecen en la página negra  escrita  con la sangre de los mártires que sufren  persecución y odio; son  los cristianos que defienden su fe hasta la muerte.
Se olvidan que, somos gloria y Resurrección junto a Jesucristo
Y que esperamos, los tiempos prometidos de la gracia y Amor infinito de nuestro Padre Creador.
Madre mi corazón lleno de gozo escucho” tus hermanos: Violeta, Laura, Roque, hoy pasaran a estar frente al Padre, tus padres ya lo estaban. Para los que no creen será fanatismo, o pensamiento demencial pero para mi alma, saber que están contemplando la luz y la gloria es lo máximo; es una gracia infinita.
Oramos por las almas del purgatorio.
Por todos los que sufren en sus cuerpos enfermedades físicas y psíquicas  por los que han perdido la fe, por los que sufren en sus almas y espíritus para que encuentren la paz, luz y Amor del Reino.
Amén
Perla

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