sábado, 15 de agosto de 2020

ASUNCIÒN DE LA SANTÌSIMA VIRGEN



ORACIÒN: ACI PRENSA

Alégrate y gózate Hija de Jerusalén
mira a tu Rey que viene a ti, humilde,
a darte tu parte en su victoria.
 
Eres la primera de los redimidos
porque fuiste la adelantada de la fe.
 
Hoy, tu Hijo, te viene a buscar, Virgen y Madre:
“Ven amada mía”,
te pondré sobre mi trono, prendado está el Rey de tu belleza.
Te quiero junto a mí para consumar mi obra salvadora,
ya tienes preparada tu “casa” donde voy a celebrar
las Bodas del Cordero:
 
• Templo del Espíritu Santo
• Arca de la nueva alianza
• Horno de barro, con pan a punto de mil sabores.
 
Mujer vestida de sol, tu das a luz al Salvador
que empuja hacia el nuevo nacimiento
Dichosa tú que has creído, porque lo que se te ha dicho
de parte del Señor, en ti ya se ha cumplido.
 
María Asunta, signo de esperanza y de consuelo,
de humanidad nueva y redimida, danos de tu Hijo
ser como tú llenas del Espíritu Santo,
para ser fieles a la Palabra que nos llama a ser,
también como tú, sacramentos del Reino.
 
Hoy, tu sí, María, tu fiat, se encuentra con el sí de Dios
a su criatura en la realización de su alianza,
en el abrazo de un solo sí.
 
Amén.

CONTEMPLACIÒN:

Madre y Señora nuestra, tus hijos te necesitamos.
Tu eres la Madre que asunta a los cielos también
permaneces en la tierra cuidando de nosotros hijos adoptivos;
por pedido de tu Hijo el Señor.
Cuántas lágrimas has derramado por nosotros,
 cuántas espadas han clavado en tu Inmaculado Corazòn.
La tierra gime con dolores de parto pero la humanidad no quiere
cambiar , no te escuchan cuando pides volver a Dios.
estamos viviendo una pandemia cruel que mata y sin embargo
los seguidores del maligno planean la vida como si nada pasara.
se continúa mintiendo, realizando abortos tal vez no de manera quirúrgica por la necesidad sanitaria pero si se invierte en pastillas.
Hay dolor pero las conciencias continúan dormidas, vemos conductas
que expresan un sálvese quien pueda.
No se piensa en Dios los planes ya pensados son otros, para muchos.
Madre me da miedo porque no sabemos el fin de tanto mal como será.
No te olvides del justo fiel y ora con y por nosotros.
Amèn
Perla

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