miércoles, 30 de marzo de 2011

ADORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR Y DEMÁS ORACIONES DETALLADAS POR ORDEN

ADORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR.
JESÚS EUCARISTÍA.
SEÑOR JESÚS , ERES EL PAN BAJADO DEL CIELO.
PERMANECES , EN NOSOTROS Y CON NOSOTROS ,HOY Y EN LA ETERNIDAD


EWTN
MAR DEL PLATA

AMADO SEÑOR EN CADA ADORACIÓN, ESTA ESTE POBRE CORAZÓN QUE TE AMA

EN CADA CATEDRAL , PARROQUIA 0 CAPILLA
¡ALLÍ ESTAS PRESENTE!
ALABADO SEA EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR
SEA POR SIEMPRE BENDITO Y ALABADO
                                

 Jesús mio,te adoro en el Sacramento de Tú amor
Te adoro en todos los Sagrarios del mundo.
Te adoro, sobre todo , en donde estás más abandonado y eres ofendido.
Te ofrezco todos los actos de adoración que has recibido desde la institución de este sacramento y recibirás hasta el fin de los siglos.
Te ofrezco principalmente las adoraciones de tu Santa Madre , de San José  y de las almas más enamoradas de la Santa Eucaristía.
ACTO DE FE : Jesús mío creo en Ti ,que eres Hijo de Dios vivo que has venido a salvarnos.
Creo que estás presente en el Sacramento de Altar.
Creo que por amor estás en todos los Sagrarios del mundo,noche y día.
Creo que bendices a los que te visitan y escuchas los ruegos de quien se acerca a Ti.
Creo que eres el viático de los moribundos que te aman, para llevarlos al cielo.
Creo en Ti , y creo por los que no creen.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos . Amén         

…….” Lectura del Santo Evangelio según San Juan: (C 16  V 16 -17-18-19-20 -22-26-27)

“Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver*”
Entonces algunos de los discípulos comentaron entre sí “¿ Qué es eso que nos dice: Dentro de poco ya no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver’ y ‘Me voy al Padre ‘? “. Y decían: “¿ Qué es ese poco’*? No sabemos lo que quiere decir.” Se dio cuenta Jesús de que querían preguntarle y les dijo: “¿ Andáis preguntándoos acerca de lo que he dicho:’Dentro de poco no me veréis y dentro de poco me volveréis a ver?
En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará.
Estaréis tristes,
Pero vuestra tristeza se convertirá en gozo *.
También vosotros estáis tristes ahora, pero volveré a veros y se alegrará vuestro corazón y vuestra alegría nadie os la podrá quitar.
Aquel día pediréis en mi nombre y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros,
Pues el Padre mismo os quiere, porque me queréis a mí y creéis que salí de Dios.
Palabra de Dios 

PLANTIFICACIÓN DE ORACIONES POR ORDEN:

ADORACIÓN PERPETUA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR
BENDICIÓN DE LA DIVINA MESERICORDIA.
EL ANUNCIO DEL ÁNGEL DEL SEÑOR
MARÍA REINA DE LA PAZ:: REZAMOS EL SANTO ROSARIO CON LA VIRGEN   E INTENCIONES 

ORACIONES
VÍA CRUCIS
CORONILLA DE LOS 7 DOLORES DE LA VIRGEN
ROSARIO DE LOS 7 DOLORES DE LA VIRGEN
DISCURSOS Y ORACIONES DE JUAN PABLO ll
ORACIONES Y REFLEXIONES BEATA MADRE TERESA.
MENSAJE DIARIO ;DE LA VIRGEN MARÍA DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS
DIÁLOGOS CON EL SAGRADO CORAZÓN
LECTURAS  Y CONTEMPLACIÓN DE LA PALABRA .

ORACIONES QUE PERMANECERÁN EN FORMA CONTINUA EN EL BLOG
DIRECCIÓN ESPIRITUAL  BEATO PADRE PÍO.
ORACIÓN  POR LA PAZ JUAN PABLO ll.
ORACIÓN PEDIR LAS TRES ROSAS DE SANTA TERESITA
DEL NIÑO JESÚS.
ORACIÓN DE SAN JOSÉ : EN EL MES DE SAN JOSÉ.
ORACIÓN ROSARIO ETERNO CON  EWTN CANAL CATÓLICO.
ORACIÓN SAN MIGUEL ARCÁNGEL.
ORACIÓN SAN BENITO ABAD. 
ORACIÓN A SAN FRANCISCO DE ASÍS.
ORACIONES  A SAN JOSÉ AL FINAL HAY MAS ORACIONES A SAN JOSÉ


bendiciones
JESÚS EN VOS CONFÍO
"SEÑOR PERMÍTEME BESAR LA PLANTA DE TUS PÍES" 
JESÚS EN VOS CONFÍO
"SEÑOR PERMÍTEME BESAR LA PLANTA DE TUS PÍES"  



TE ALABAMOS Y GLORIFICAMOS, SEÑOR DIOS PADRE TODO PODEROSO, CREADOR DEL CIELO Y LA TIERRA.
EN EL ESPÍRITU SANTO Y EL SEÑOR CRISTO JESÚS.
QUE ASÍ SEA.
   VIRGEN   MARÍA  REINA DE LA PAZ


"Amada Madre Reina de la Paz"
Tus hijos  imploramos tu dulce presencia.
Protégenos y ámanos.






BENDITA SEA TU PUREZA Y ETERNAMENTE LO SEA
PUES TODO UN DIOS SE RECREA EN GRACIOSA BELLEZA
A TI CELESTIAL PRINCESA VIRGEN SAGRADA MARÍA YO TE OFREZCO EN ESTE DÍA ALMA VIDA Y CORAZÓN  MÍRAME CON COMPASIÓN
NO ME DEJES MADRE MÍA.

¡ OH MADRE ! QUIERO CONSAGRARME A TI
VIRGEN MARÍA HOY CONSAGRO MI VEDA A TI
SIENTO NECESIDAD CONSTANTE DE TU PRESENCIA EN MI VIDA
PARA QUE ME PROTEJAS, ME GUÍES Y ME CONSUELES
SÉ QUE EN TI MI ALMA ENCONTRARÁ REPOSO Y LA ANGUSTIA EN MI NO ENTRARÁ
MI DERROTA SE CONVERTIRÁ EN VICTORIA MI FATIGA EN TI FORTALEZA ES 

AMÉN
Dios te salve,
Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos,
gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues,
Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos,
y después de este destierro
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
D- Ruega por nosotros Santa Madre de Dios.
T- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
INTENCIONES  :DIOS PADRE TODOPODEROSO NOS DIRIGIMOS A TI CON TODA HUMILDAD  Y TE PEDIMOS:
-POR LA IGLESIA ,EL SANTO PADRE,OBISPOS, SACERDOTES, DIÁCONOS RELIGIOSAS/OS , LAICOS CONSAGRADO Y COMPROMETIDOS "QUE LA LUZ DE ESPÍRITU SANTO NOS ILUMINE"
-LUZ PARA TODA LA HUMANIDAD.
- POR LA PAZ EN MEDIO ORIENTE;
-POR LAS VOCACIONES AL SACERDOCIO Y LA VIDA CONSAGRADA.-QUE EN ESTA  CUARESMA EL AYUNO,CARIDAD Y ORACIÓN NOS PERMITA ESTAR MAS CERCA DEL SEÑOR Y DE NUESTROS HERMANOS.-QUE EL SEÑOR DE CONSUELO Y FORTALEZA AL ESPÍRITU DE NUESTROS  HERMANOS DE JAPÓN EN LA RECONSTRUCCIÓN DE SU PAÍS.
-POR LAS NECESIDADES DE TODOS LOS QUE ORAN EN ESTE BLOG;
-POR LOS ENFERMOS;
-POR LOS QUE ESTÁN PRIVADOS DE LA LIBERTAD;
-POR LOS POBRES MAS POBRES DEL MUNDO;
-POR LOS NIÑOS Y LOS ANCIANOS;
-PARA AQUELLOS QUE CONDUCEN AL MUNDO RESPETEN LA VIDA HUMANA DESDE LA CONCEPCIÓN HASTA LA MUERTE NATURAL.
-PEDIMOS PERDÓN POR LOS ATAQUES Y DESPRECIOS A LA SAGRADA FAMILIA.
-PARA QUE CADA SER HUMANO RESPETE LOS BIENES DE LA TIERRA Y LOS CUIDEMOS, NO OLVIDEMOS QUE ESTA ES SAGRADA. EL CREADOR POR INFINITO AMOR Y MISERICIRDIA NOS LA CEDIÓ.
-POR LOS DIFUNTOS, PARA QUE LLAGUEN AL DESCANSO ETERNO.
-POR LA ALMAS DEL PURGATORIO.


Por la señal de la Santa Cruz...
Acto de contrición ...
Credo...
Santo Rosario...
El ángelus... 
Letanías a la Virgen María...


Pedir por las vocaciones Sacerdotales y Religiosas


                                                          


                   
                                  
                                                                                                                            
Señor danos  Sacerdotes santos y  Religiosas santas

Incorporamos las intenciones   que la Madre hiciera:  correspondiente del 17 al 25 de Marzo 1986

  
 AMADA MADRE ME LLAMASTE,
  A CONSAGRARME
A TI,  COMO MADRE DOLOROSA.
DAME LA MISMA FORTALEZA PARA CONTINUAR
ESA QUE DEMOSTRASTE TÚ AL PIE DE LA CRUZ DEL SEÑOR ;ESTA HIJA TE AMA CON TODO EL CORAZÓN.
PERLA
 

VÍA CRUCIS

JESÚS ES CONDENADO A MUERTE





V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo ]
«Reo es de muerte», dijeron de Jesús los miembros del Sanedrín, y, como no podían ejecutar a nadie, lo llevaron de la casa de Caifás al Pretorio. Pilato no encontraba razones para condenar a Jesús, e incluso trató de liberarlo, pero, ante la presión amenazante del pueblo instigado por sus jefes: «¡Crucifícalo, crucifícalo!», «Si sueltas a ése, no eres amigo del César», pronunció la sentencia que le reclamaban y les entregó a Jesús, después de azotarlo, para que fuera crucificado.
San Juan el evangelista nos dice que, pocas horas después, junto a la cruz de Jesús estaba María su madre. Y hemos de suponer que también estuvo muy cerca de su Hijo a lo largo de todo el Vía crucis.
Cuántos temas para la reflexión nos ofrecen los padecimientos soportados por Jesús desde el Huerto de los Olivos hasta su condena a muerte: abandono de los suyos, negación de Pedro, flagelación, corona de espinas, vejaciones y desprecios sin medida. Y todo por amor a nosotros, por nuestra conversión y salvación.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
JESÚS CARGA CON LA CRUZ


V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.                                           

Condenado muerte, Jesús quedó en manos de los soldados del procurador, que lo llevaron consigo al pretorio y, reunida la tropa, hicieron mofa de él. Llegada la hora, le quitaron el manto de púrpura con que lo habían vestido para la burla, le pusieron de nuevo sus ropas, le cargaron la cruz en que había de morir y salieron camino del Calvario para allí crucificarlo.
El peso de la cruz es excesivo para las mermadas fuerzas de Jesús, convertido en espectáculo de la chusma y de sus enemigos. No obstante, se abraza a su patíbulo deseoso de cumplir hasta el final la voluntad del Padre: que cargando sobre sí el pecado, las debilidades y flaquezas de todos, los redima. Nosotros, a la vez que contemplamos a Cristo cargado con la cruz, oigamos su voz que nos dice: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame».
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ


.
V Te adoramos cristo, y te bendecimos
R Pues por tu santa cruz redimiste al mundo

Nuestro Salvador, agotadas las fuerzas por la sangre perdida en la flagelación, debilitado por la acerbidad de los sufrimientos físicos y morales que le infligieron aquella noche, en ayunas y sin haber dormido, apenas pudo dar algunos pasos y pronto cayó bajo el peso de la cruz. Se sucedieron los golpes e imprecaciones de los soldados, las risas y expectación del público. Jesús, con toda la fuerza de su voluntad y a empellones, logró levantarse para seguir su camino.
Isaías había profetizado de Jesús: «Eran nuestras dolencias las que él llevaba y nuestros dolores los que soportaba. Yahvé descargó sobre él la culpa de todos nosotros». El peso de la cruz nos hace tomar conciencia del peso de nuestros pecados, infidelidades, ingratitudes..., de cuanto está figurado en ese madero. Por otra parte, Jesús, que nos invita a cargar con nuestra cruz y seguirle, nos enseña aquí que también nosotros podemos caer, y que hemos de comprender a los que caen; ninguno debe quedar postrado; todos hemos de levantarnos con humildad y confianza buscando su ayuda y perdón.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

En su camino hacia el Calvario, Jesús va envuelto por una multitud de soldados, jefes judíos, pueblo, gentes de buenos sentimientos... También se encuentra allí María, que no aparta la vista de su Hijo, quien, a su vez, la ha entrevisto en la muchedumbre. Pero llega un momento en que sus miradas se encuentran, la de la Madre que ve al Hijo destrozado, la de Jesús que ve a María triste y afligida, y en cada uno de ellos el dolor se hace mayor al contemplar el dolor del otro, a la vez que ambos se sienten consolados y confortados por el amor y la compasión que se transmiten.
Nos es fácil adivinar lo que padecerían Jesús y María pensando en lo que toda buena madre y todo buen hijo sufrirían en semejantes circunstancias. Esta es sin duda una de las escenas más patéticas del Vía crucis, porque aquí se añaden, al cúmulo de motivos de dolor ya presentes, la aflicción de los afectos compartidos de una madre y un hijo. María acompaña a Jesús en su sacrificio y va asumiendo su misión de corredentora.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRENEO



V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

Jesús salió del pretorio llevando a cuestas su cruz, camino del Calvario; pero su primera caída puso de manifiesto el agotamiento del reo. Temerosos los soldados de que la víctima sucumbiese antes de hora, pensaron en buscarle un sustituto. Entonces el centurión obligó a un tal Simón de Cirene, que venía del campo y pasaba por allí, a que tomara la cruz sobre sus hombros y la llevara detrás de Jesús. Tal vez Simón tomó la cruz de mala gana y a la fuerza, pero luego, movido por el ejemplo de Cristo y tocado por la gracia, la abrazó con resignación y amor y fue para él y sus hijos el origen de su conversión.
El Cireneo ha venido a ser como la imagen viviente de los discípulos de Jesús, que toman su cruz y le siguen. Además, el ejemplo de Simón nos invita a llevar los unos las cargas de los otros, como enseña San Pablo. En los que más sufren hemos de ver a Cristo cargado con la cruz que requiere nuestra ayuda amorosa y desinteresada.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.               

Dice el profeta Isaías: «No tenía apariencia ni presencia; lo vimos y no tenía aspecto que pudiésemos estimar. Despreciable y desecho de hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante quien se oculta el rostro, despreciable, y no lo tuvimos en cuenta». Es la descripción profética de la figura de Jesús camino del Calvario, con el rostro desfigurado por el sufrimiento, la sangre, los salivazos, el polvo, el sudor... Entonces, una mujer del pueblo, Verónica de nombre, se abrió paso entre la muchedumbre llevando un lienzo con el que limpió piadosamente el rostro de Jesús. El Señor, como respuesta de gratitud, le dejó grabada en él su Santa Faz.
Una letrilla tradicional de esta sexta estación nos dice: «Imita la compasión / de Verónica y su manto / si de Cristo el rostro santo / quieres en tu corazón». Nosotros podemos repetir hoy el gesto de la Verónica en el rostro de Cristo que se nos hace presente en tantos hermanos nuestros que comparten de diversas maneras la pasión del Señor, quien nos recuerda: «Lo que hagáis con uno de estos, mis pequeños, conmigo lo hacéis».
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ




V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

Jesús había tomado de nuevo la cruz y con ella a cuestas llegó a la cima de la empinada calle que daba a una de las puertas de la ciudad. Allí, extenuado, sin fuerzas, cayó por segunda vez bajo el peso de la cruz. Faltaba poco para llegar al sitio en que tenía que ser crucificado, y Jesús, empeñado en llevar a cabo hasta la meta los planes de Dios, aún logró reunir fuerzas, levantarse y proseguir su camino.
Nada tiene de extraño que Jesús cayera si se tiene en cuenta cómo había sido castigado desde la noche anterior, y cómo se encontraba en aquel momento. Pero, al mismo tiempo, este paso nos muestra lo frágil que es la condición humana, aun cuando la aliente el mejor espíritu, y que no han de desmoralizarnos las flaquezas ni las caídas cuando seguimos a Cristo cargados con nuestra cruz. Jesús, por los suelos una vez más, no se siente derrotado ni abandona su cometido. Para Él no es tan grave el caer como el no levantarnos. Y pensemos cuántas son las personas que se sienten derrotadas y sin ánimos para reemprender el seguimiento de Cristo, y que la ayuda de una mano amiga podría sacarlas de su postración.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN




V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

Dice el evangelista San Lucas que a Jesús, camino del Calvario, lo seguía una gran multitud del pueblo; y unas mujeres se dolían y se lamentaban por Él. Jesús, volviéndose a ellas les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos»; añadiéndoles, en figuras, que si la ira de Dios se ensañaba como veían con el Justo, ya podían pensar cómo lo haría con los culpables.
Mientras muchos espectadores se divierten y lanzan insultos contra Jesús, no faltan algunas mujeres que, desafiando las leyes que lo prohibían, tienen el valor de llorar y lamentar la suerte del divino Condenado. Jesús, sin duda, agradeció los buenos sentimientos de aquellas mujeres, y movido del amor a las mismas quiso orientar la nobleza de sus corazones hacia lo más necesario y urgente: la conversión suya y la de sus hijos. Jesús nos enseña a establecer la escala de los valores divinos en nuestra vida y nos da una lección sobre el santo temor de Dios.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ


V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

Una vez llegado al Calvario, en la cercanía inmediata del punto en que iba a ser crucificado, Jesús cayó por tercera vez, exhausto y sin arrestos ya para levantarse. Las condiciones en que venía y la continua subida lo habían dejado sin aliento. Había mantenido su decisión de secundar los planes de Dios, a los que servían los planes de los hombres, y así había alcanzado, aunque con un total agotamiento, los pies del altar en que había de ser inmolado.
Jesús agota sus facultades físicas y psíquicas en el cumplimiento de la voluntad del Padre, hasta llegar a la meta y desplomarse. Nos enseña que hemos de seguirle con la cruz a cuestas por más caídas que se produzcan y hasta entregarnos en las manos del Padre vacíos de nosotros mismos y dispuestos a beber el cáliz que también nosotros hemos de beber. Por otra parte, la escena nos invita a recapacitar sobre el peso y la gravedad de los pecados, que hundieron a Cristo.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS




V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

Ya en el Calvario y antes de crucificar a Jesús, le dieron a beber vino mezclado con mirra; era una piadosa costumbre de los judíos para amortiguar la sensibilidad del que iba a ser ajusticiado. Jesús lo probo, como gesto de cortesía, pero no quiso beberlo; prefería mantener la plena lucidez y conciencia en los momentos supremos de su sacrificio. Por otra parte, los soldados despojaron a Jesús, sin cuidado ni delicadeza alguna, de sus ropas, incluidas las que estaban pegadas en la carne viva, y, después de la crucifixión, se las repartieron.
Para Jesús fue sin duda muy doloroso ser así despojado de sus propios vestidos y ver a qué manos iban a parar. Y especialmente para su Madre, allí presente, hubo de ser en extremo triste verse privada de aquellas prendas, tal vez labradas por sus manos con maternal solicitud, y que ella habría guardado como recuerdo del Hijo querido.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.

JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ





V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
«Y lo crucificaron», dicen escuetamente los evangelistas. Había llegado el momento terrible de la crucifixión, y Jesús fue fijado en la cruz con cuatro clavos de hierro que le taladraban las manos y los pies. Levantaron la cruz en alto y el cuerpo de Cristo quedó entre cielo y tierra, pendiente de los clavos y apoyado en un saliente que había a mitad del palo vertical. En la parte superior de este palo, encima de la cabeza de Jesús, pusieron el título o causa de la condenación: «Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos». También crucificaron con él a dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda.
El suplicio de la cruz, además de ser infame, propio de esclavos criminales o de insignes facinerosos, era extremadamente doloroso, como apenas podemos imaginar. El espectáculo mueve a compasión a cualquiera que lo contemple y sea capaz de nobles sentimientos. Pero siempre ha sido difícil entender la locura de la cruz, necedad para el mundo y salvación para el cristiano. La liturgia canta la paradoja: «¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza / con un peso tan dulce en su corteza!».
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
JESÚS MUERE EN LA CRUZ




V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

Desde la crucifixión hasta la muerte transcurrieron tres largas horas que fueron de mortal agonía para Jesús y de altísimas enseñanzas para nosotros. Desde el principio, muchos de los presentes, incluidas las autoridades religiosas, se desataron en ultrajes y escarnios contra el Crucificado. Poco después ocurrió el episodio del buen ladrón, a quien dijo Jesús: «Hoy estarás conmigo en el paraíso». San Juan nos refiere otro episodio emocionante por demás: Viendo Jesús a su Madre junto a la cruz y con ella a Juan, dice a su Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo»; luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre»; y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. Después de esto, nos dice el mismo evangelista, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, dijo: «Tengo sed». Tomó el vinagre que le acercaron, y añadió: «Todo está cumplido». E inclinando la cabeza entregó el espíritu.
A los motivos de meditación que nos ofrece la contemplación de Cristo agonizante en la cruz, lo que hizo y dijo, se añaden los que nos brinda la presencia de María, en la que tendrían un eco muy particular los sufrimientos y la muerte del hijo de sus entrañas.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ
Y PUESTO EN LOS BRAZOS DE SU MADRE









V. Te adoramos, oh Cristo, y te 
bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.
                                    
Para que los cadáveres no quedaran en la cruz al día siguiente, que era un sábado muy solemne para los judíos, éstos rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran; los soldados sólo quebraron las piernas de los otros dos, y a Jesús, que ya había muerto, uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza. Después, José de Arimatea y Nicodemo, discípulos de Jesús, obtenido el permiso de Pilato y ayudados por sus criados o por otros discípulos del Maestro, se acercaron a la cruz, desclavaron cuidadosa y reverentemente los clavos de las manos y los pies y con todo miramiento lo descolgaron. Al pie de la cruz estaba la Madre, que recibió en sus brazos y puso en su regazo maternal el cuerpo sin vida de su Hijo.
Escena conmovedora, imagen de amor y de dolor, expresión de la piedad y ternura de una Madre que contempla, siente y llora las llegas de su Hijo martirizado. Una lanza había atravesado el costado de Cristo, y la espada que anunciara Simeón acabó de atravesar el alma de la María.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
JESÚS ES SEPULTADO
V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

José de Arimatea y Nicodemo tomaron luego el cuerpo de Jesús de los brazos de María y lo envolvieron en una sábana limpia que José había comprado. Cerca de allí tenía José un sepulcro nuevo que había cavado para sí mismo, y en él enterraron a Jesús. Mientras los varones procedían a la sepultura de Cristo, las santas mujeres que solían acompañarlo, y sin duda su Madre, estaban sentadas frente al sepulcro y observaban dónde y cómo quedaba colocado el cuerpo. Después, hicieron rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro, y regresaron todos a Jerusalén.
Con la sepultura de Jesús el corazón de su Madre quedaba sumido en tinieblas de tristeza y soledad. Pero en medio de esas tinieblas brillaba la esperanza cierta de que su Hijo resucitaría, como Él mismo había dicho. En todas las situaciones humanas que se asemejen al paso que ahora contemplamos, la fe en la resurrección es el consuelo más firme y profundo que podemos tener. Cristo ha convertido en lugar de mera transición la muerte y el sepulcro, y cuanto simbolizan.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
JESÚS RESUCITA DE ENTRE LOS MUERTOS



V. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos.
R. Pues por tu santa cruz redimiste al mundo.

Pasado el sábado, María Magdalena y otras piadosas mujeres fueron muy de madrugada al sepulcro. Llegadas allí observaron que la piedra había sido removida. Entraron en el sepulcro y no hallaron el cuerpo del Señor, pero vieron a un ángel que les dijo: «Buscáis a Jesús de Nazaret, el Crucificado; ha resucitado, no está aquí». Poco después llegaron Pedro y Juan, que comprobaron lo que les habían dicho las mujeres. Pronto comenzaron las apariciones de Jesús resucitado: la primera, sin duda, a su Madre; luego, a la Magdalena, a Simón Pedro, a los discípulos de Emaús, al grupo de los apóstoles reunidos, etc., y así durante cuarenta días. Nadie presenció el momento de la resurrección, pero fueron muchos los que, siendo testigos presenciales de la muerte y sepultura del Señor, después lo vieron y trataron resucitado.
En los planes salvíficos de Dios, la pasión y muerte de Jesús no tenían como meta y destino el sepulcro, sino la resurrección, en la que definitivamente la vida vence a la muerte, la gracia al pecado, el amor al odio. Como enseña San Pablo, la resurrección de Cristo es nuestra resurrección, y si hemos resucitado con Cristo hemos de vivir según la nueva condición de hijos de Dios que hemos recibido en el bautismo.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Jesús, pequé: Ten piedad y misericordia de mí.
Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo y los dolores de su santísima Madre, triste y afligida al pie de la cruz. Amén, Jesús.
Oremos: Señor Jesucristo, tú nos has concedido acompañarte, con María tu Madre, en los misterios de tu pasión, muerte y sepultura, para que te acompañemos también en tu resurrección; concédenos caminar contigo por los nuevos caminos del amor y de la paz que nos has enseñado. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén



CORONILLA A LOS SIETE DOLORES DE MARÍA SANTÍSIMA  
REZAMOS  EL SANTO ROSARIO
A TUS 7 DOLORES
POR TUS PADECIMIENTOS TERRENALES
MADRE SANTA


QUE DERECHOS HUMANOS PUEDEN JUSTIFICAR Y MITIGAR
TU DOLOR MADRE Y LA DE TODOS LOS CRISTIANOS EN ESTA CUARESMA.
SI HOY SE MATA LA:
VERDAD
LA LIBERTAD
LA JUSTICIA
EL AMOR
EN LOS : BEBES, NO NACIDOS Y ABORTADOS.
EN LOS ANCIANOS DESPRECIADOS Y ABANDONADOS.
EN LOS NIÑOS DESNUTRIDOS Y ENFERMOS.
EN LOS POBRES MAS POBRES DEL MUNDO.
EN EL PLANETA MAL TRATADO POR AMBICIÓN DESMEDIDA DEL HOMBRE.
EN EL  DESCONTROL Y DESORDEN DE LOS QUE CONDUCEN EL MUNDO .
EN LA PERSECUCIÓN RELIGIOSA.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu 



En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

1º Dolor : La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús.

Virgen María: Por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús; y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención como corredentora sería a base de dolor... Te acompañamos en este dolor y por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.

Dios te salve, María,…
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...


2º Dolor: La huida a Egipto con Jesús y José.



Dios te salve, María,…
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...


3º Dolor: La pérdida de Jesús.

Virgen María: Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada, pensarías qué le habría podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José... Te acompañamos en este dolor y por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.

Dios te salve, María,…
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...


4º Dolor: El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario.

Virgen María: Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte. Él, que era creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una humillación tan grande. Sufrió y se humilló hasta lo indecible para levantarnos a nosotros del pecado... Te acompañamos en este dolor y por los méritos del mismo, haz que seamos dignos vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue.

Dios te salve, María,…
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...


5º Dolor: La crucifixión y la agonía de Jesús.

Virgen María: Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz. Para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión. Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento... Te acompañamos en este dolor y por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.

Dios te salve, María,…
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...


6º Dolor: La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto.

Virgen María: Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón. El Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros, por quienes dio la vida. Y Tú, que habías tenido en tus brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, víctima de la maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados... Te acompañamos en este dolor y por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como Él nos amó.

Dios te salve, María,…
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...


7º Dolor: El entierro de Jesús y la soledad de María.

Virgen María: Por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo.  Él que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra. Llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era real. Te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en todo el mundo en todos los siglos. Siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; ¡tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados! T Tú, Madre nuestra adoptiva y corredentora, le acompañaste en todos sus sufrimientos, y ahora te quedaste sola, llena de aflicción... Te acompañamos en este dolor y por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que te pedimos…

Dios te salve, María,…
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo...


Oración: LA VIRGEN DE LOS DOLORES 

Señora y Madre nuestra: tu estabas serena y fuerte junto a la cruz de Jesús. Ofrecías tu Hijo al Padre para la redención del mundo.
Lo perdías, en cierto sentido, porque El tenía que estar en las cosas del Padre, pero lo ganabas porque se convertía en Redentor del mundo, en el Amigo que da la vida por sus amigos.
María, ¡qué hermoso es escuchar desde la cruz las palabras de Jesús: "Ahí tienes a tu hijo", "ahí tienes a tu Madre".
¡Qué bueno si te recibimos en nuestra casa como lJuan! Queremos llevarte siempre a nuestra casa. Nuestra casa es el lugar donde vivimos. Pero nuestra casa es sobre todo el corazón, donde mora la Trinidad Santísima. Amén.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.



PALABRAS Y ORACIONES  DE JUAN PABLO ll "EL CAMINO DE LA FE"

Cristo libró a Pedro del miedo

que se había apoderado de Él
 ante el mar en tempestad.
Cristo también nos ayuda a
 nosotros a superar  los mome-
-ntos difíciles de la vida, si nos            
 dirigimos a Él con fe y esperanza
 para pedirle ayuda” ¡Animo! soy
yo no teman” (Mt14,27).
El ejemplo de Pedro nos enseña la
importancia que tiene la vida espiritual
la relación personal con Cristo :es
preciso renovarla y profundizarla
constantemente.¿ Como? Sobre
todo con la oración.
La fe la esperanza, junto con el
amor, constituyen el fundamento
 de la vida cristiana cuya piedra
 angular es Cristo.
Juan Pablo ll 
CATEQUESIS DEL PAPA JUAN PABLO II

EL ESPÍRITU SANTO PROMETIDO
LA VENIDA DEL ESPÍRITU SANTO SELLO DE LA NUEVA ALIANZA.
Audiencia General del miércoles 31 de mayo  de 1989
LA MATERNIDAD DE MARÍA OBTENIDA A LOS PIES DE LA CRUZ

 Audiencia General del miércoles 11 de mayo  de 1983







  SELLO DE LA NUEVA ALIANZA


Queridos hermanos y hermanas:
1. 'Mirad yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre' (Lc 24, 29). Después de los anuncios hechos por Jesús a los Apóstoles el día antes de su Pasión y Muerte, ahora, en el Evangelio de Lucas, está la promesa de un próximo cumplimiento. En las catequesis anteriores nos hemos basado, sobre todo, en el texto del 'discurso de la despedida', del Evangelio de Juan, analizando lo que dice Jesús en la Última Cena sobre el Paráclito y sobre su venida: texto fundamental en cuanto nos trae el anuncio y la promesa de Jesús que, en vísperas de su muerte, vincula la venida del Espíritu con su 'partir' subrayando así que tendrá el 'precio' de su marcha. Por eso Jesús dice 'Os conviene que yo me vaya' (Jn 16, 7).
También el Evangelio de Lucas, en su parte final, aporta sobre el tema importantes afirmaciones de Jesús, después de su resurrección. Dice:'Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la promesa de mi Padre... permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto' (Lc 24, 49). El Evangelista reitera esta misma afirmación al principio de los Hechos de los Apóstoles, libro del cual es también autor: 'Mientras estaba comiendo con ellos, les mandó que no se ausentasen de Jerusalén, sino que aguardasen la Promesa del Padre' (Hech 1, 4).
2. Hablando de la 'Promesa del Padre', Jesús señala la venida del EspírituSanto ya anunciada de antemano en el antiguo Testamento. Leemos eh el Libro del Profeta Joel: 'Sucederá después de esto que yo derramaré mi Espíritu en toda carne. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones'  Precisamente a este texto del Profeta Joel hará referencia Pedro en el primer discurso de Pentecostés, como veremos inmediatamente.
También Jesús, cuando habla de la 'promesa del Padre' recuerda el anuncio de los Profetas, significativo incluso en su carácter genérico. Los anuncios de Jesús en la última Cena son explícitos y directos. Si ahora, después de la resurrección, se refiere al Antiguo Testamento, es señal de que quiere poner de relieve la continuidad de la verdad neumatológica a lo largo de toda la Revelación. Quiere decir que Cristo da cumplimiento a todas las promesas hechas por Dios ya en la antigua Alianza.
3. Estas promesas han encontrado una expresión concreta en el Profeta Ezequiel (36, 22.28). Dios anuncia, por medio del Profeta, la revelación de su propia santidad, profanada por los pecados del pueblo elegido, especialmente por la idolatría. Anuncia también que de nuevo reunirá a Israel purificándolo de toda mancha. Y luego promete: 'Y os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra...Infundiré mi espíritu en vosotros y haré que os conduzcáis según mis preceptos y observéis y practiquéis mis normas..., seréis mi pueblo y yo seré vuestro Dios' (Ez 36, 26-28) .
El oráculo de Ezequiel precisaba, con la promesa del don del Espíritu, la conocida profecía de Jeremías sobre la Nueva Alianza: 'He aquí que vienen días (oráculo de Yahvéh) en que yo pactaré con la casa de Israel (y con la casa de Judá) una nueva Alianza... pondré mi Ley en su interior y sobre sus corazones la escribiré, y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo' (Jr 31,31.33). En este texto el Profeta subraya que esta 'nueva Alianza' será distinta de la anterior, esto es, de aquella que estaba vinculada con la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto.
4. Jesús, antes de marchar al Padre, en la proximidad de lo que iba a suceder el día de Pentecostés, recuerda las promesas proféticas. Tiene presente, de modo especial, los textos tan elocuentes de Ezequiel y de Jeremías, en los que se hace ex presa referencia a la 'Alianza nueva'. Este 'infundir en vosotros un 'espíritu nuevo', proféticamente anunciado y prometido, está dirigido al 'corazón', a la esencia interior, espiritual, del hombre. El fruto de este insertar un espíritu nuevo será la colocación de la ley de Dios en lo intimo del hombre 'en su interior', y será, por tanto, un vinculo profundo de naturaleza espiritual y moral. En esto consistirá la esencia de la Nueva Ley, infundida en los corazones 'inédita' como dice Santo Tomás (Cfr. I-II, q. 106, a. 1), refiriéndose al Profeta Jeremías y a San Pablo, y siguiendo a San Agustín (Cfr. De spiritu et littera cc. 17, 21, 24: PL 44, 218, 224, 225).
Según el oráculo de Ezequiel, no se trata sólo de la ley de Dios infundida en el alma del hombre sino del don del Espíritu de Dios. Jesús anuncia el próximo cumplimiento de esta profecía maravillosa: el Espíritu Santo, autor de la Nueva Ley y Nueva Ley El mismo, estará presente en los corazones y actuará en ellos: 'vosotros le conocéis porque mora con vosotros y en vosotros está' (Jn 14, 17). Cristo, ya la tarde de la Resurrección, haciéndose presente a los Apóstoles reunidos en el Cenáculo, les dice: 'Recibid el Espíritu Santo' (Jn 20, 22).
5. La infusión del Espíritu Santo no comporta solamente el 'poner', el inscribir la ley divina en lo intimo de la esencia espiritual del hombre. En virtud de la pascua redentora de Cristo, se realiza también el Don de una Persona divina: el Espíritu Santo mismo se les 'da' a los Apóstoles (Cfr. Jn 14, 16), para que 'more' en ellos (Cfr. Jn 14,17). Es un Don por el cual Dios mismo se comunica al hombre en el misterio intimo de la propia divinidad, a fin de que, participando en la naturaleza divina, en la vida trinitaria, dé frutos espirituales. Es, por tanto, el don que está como fundamento de todos los dones sobrenaturales, según explica Santo Tomas (I, q. 88, a. 2). Es la raíz de la gracia santificante que, precisamente, 'santifica mediante la 'participación en la naturaleza divina)' (Cfr. 2 Ped 1, 4). Está claro que esta santificación implica una transformación del espíritu humano en el sentido moral. Y de este modo, lo que había sido formulado en el anuncio de los Profetas como un 'infundir' la ley de Dios en el 'corazón', se confirma, se precisa y se enriquece de significado en la nueva dimensión de la 'efusión del Espíritu'. En boca de Jesús y en los textos de los Evangelistas, la 'promesa' alcanza la plenitud de su significado: el Don de la Persona misma del Paráclito.
6. Esta 'efusión', este don del Espíritu tiene como fin también la consolidación de la misión de los Apóstoles, en el asomarse de la Iglesia a la historia y, por consiguiente, en todo el desarrollo de su misión apostólica. Al despedirse de los Apóstoles, Jesús les dice: seréis revestidos de poder desde lo alto' (Lc 24, 49). '... recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra'(Hech 1, 8).
'Seréis mis testigos': Los Apóstoles escucharon esto durante el 'discurso de despedida' (Cfr. Jn 15, 27). En el mismo discurso Jesús había unido su testimonio humano, ocular e 'histórico' sobre Él con el testimonio del Espíritu Santo: 'él dará testimonio de mi' (Jn 15, 26). Por esto, 'sobre el testimonio del Espíritu de la Verdad el testimonio humano de los Apóstoles encontrará el supremo sostén. Y encontrará, por consiguiente, en él también el fundamento interior de su continuación entre las generaciones que se sucederán a lo largo de los siglos' (Dominum et Vivificantem, 5).
Se trata entonces, y por consiguiente, de la realización del reino de Dios tal como es entendido por Jesús. Él, en el mismo diálogo anterior a la Ascensión al cielo, insiste una vez más a los Apóstoles que se trata de este reino (Cfr. Hech 1, 3), en su sentido universal y escatológico y no de un 'reino de Israel' (Hech 1, 6), sólo temporal, en el cual tenían ellos puesta su mirada.
7. Al mismo tiempo Jesús encarga a los Apóstoles que permanezcan a en Jerusalén después de la ascensión. Precisamente allí 'recibirán el poder desde lo alto'. Allí descenderá sobre ellos el Espíritu Santo. Una vez más se pone de relieve el vinculo y la continuidad entre la Antigua y la Nueva Alianza. Jerusalén, punto de llegada de la historia del pueblo de la Antigua Alianza, debe transformarse en el punto de partida de la historia del Pueblo de la Nueva Alianza, es decir, de la Iglesia.

Jerusalén ha sido elegida por Cristo mismo (Cfr. Lc 9, 51; Lc 13, 33)como el lugar del cumplimiento de su misión mesiánica; lugar de su muerte y resurrección '(Destruid este Santuario y en tres días lo levantaré': Jn 2,19), lugar de la Redención. Con la pascua de Jerusalén, el 'tiempo de Cristo' se prolonga en el 'tiempo de la Iglesia': el momento decisivo será el día de Pentecostés. 'Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén' (Lc 24, 46-47). Este 'comienzo' acontecerá bajo la acción del Espíritu Santo que, en el inicio de la Iglesia, como Espíritu Creador 'Veni, Creator Spiritus', prolonga la obra llevada a cabo en el momento de la primera creación, cuando el Espíritu de Dios 'aleteaba por encima de las aguas' (Gen 1, 2).
 

PALABRAS Y ORACIONES BEATA MEDRE TERESA

Podemos instalar un cable

 eléctrico, pero si por él no
 pasa corriente , no habrá luz.                      
ese cable es como nosotros.
 María fue el cable más maravilloso.
Ella se abandonó totalmente a Dios,
fue la” llena  de gracia” , y la “corriente”
la gracia de Dios- pasó  a través de
ella.
En el momento en que esta corriente
 la alcanzó , se fue corriendo a ver a
Isabel. E Isabel dijo: El niño saltó de
alegría en mi seno. Las “corrientes
de gracia” se habían comunicado.
Pidamos a nuestra Madre que nos
 Ayude a hacer que la corriente de la
  gracia circule por nosotros para que
 en todo el mundo” conectemos”
 los corazones de los hombres a Jesús.
Madre Teresa


MENSAJES DE LA VIRGEN MARÍA DEL ROSARIO DE SAN NICOLÁS :  


Marzo 29  de 1985
En una hora Santa, después de la adoración del Santísimo la Virgen me dice:"Sois vosotros adoradores de Cristo, seréis vosotros recibidos por Cristo".
Marzo 30 de 1985:

En la noche, en el lugar elegido por la Virgen, durante el Santo Rosario, en el Cuarto Misterio veo un lecho de rosas blancas y sobre ellas verios rosarios blancos, están como suspendidos en el aire.

Luego, en mi casa , veo a la Virgen y me dice ; “No dejéis de orar en ese lugar, porque ahí se ora a la Madre, se pide a la Madre, pero por sobre todas las cosas, se ora a Dios y se alaba a Dios”.
Amén Amén.

 EL SAGRADO CORAZÓN Y LA PALABRA


LECTURA BÍBLICA Y SALMO:22 de Marzo 2011
..."Lectura del Libro de Mateo C .22 V .41 al 46 :

Mientras los fariseos estaban reunidos,

Jesús les hizo esta pregunta ¿ Qué piensan del Mesias?  “¿ De quién es hijo?” Ellos le respondieron:” De David”
Jesús les dijo;” ¿ Porque entonces, David, movido por el Espíritu lo llama “ Señor”.
Dijo el Señor a mi Señor; Siéntate a mi derecha,
hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies?
Si David lo llama “Señor”,¿ cómo puede ser hijo suyo?”
Ninguno fue capaz de responderle una sola palabra, y desde aquel,  día nadie se atrevió a hacerle más preguntas..."

SALMO C. 1 , V . 1al 6
¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los impíos,
sino se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche!


El es como árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan ;
todo lo que haga saldra bien.

No sucede así con los malvados;
ellos son como paja que se lleva el viento.
Por eso, no triunfarán los malvados en el juicio,
ni los pecadores en la asamblea de los justos;
porque el Señor cuida el camino de los malvados termina mal.

CONTEMPLACIÓN :
Señor Tu eres el Todopoderoso y por bondad y amor
llevas a cabo la justicia.
Jamas dudé del Padre en el Hijo y El Espíritu Santo . Fuiste mi roca, mi fortaleza.
Yo fui tan solo una maleza a orillas del agua tormentosa.
 Del peligro  me sacaste, me socorriste siempre, tomaste mi mano con ternura y las heridas que me provoco el enemigo las curaste con una caricia.
Quien puede dudar de Tu grandeza de Tu infinitud,
si eres el todo en el existir humano.
Sin Ti nada somos ; el alma que con fidelidad responde a tu Ley no solo es feliz sino es que colabora a con tu plan y se hace parte de tu creación.
Feliz quien pueda amarte como yo te amo.
Perla



 DIÁLOGOS CON  SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
                                                             
                                    EN VOS CONFÍO
    " HABLANDO CON EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS"
Sagrado Corazón de Jesús: Amado Señor :Somos en esta vida criaturas amadas por Dios pero no somos capaces de responder a ese amor con verdadera fidelidad .Cada alma  es luz que El Padre  extrajo de ,Si, de su poder absoluto por eso las ama y es celoso de ellas;  tomó y  moldeó a cada hijo, nos hizo a su imagen y semejanza por ser Él parte del absoluto de su existencia Divina.
Señor tu nos enseñaste a amarlo.  Dijiste ser santos como el Padre lo es.
A orar, a aprender a sobrellevar los obstáculos, a tener fe y esperanza, a amarnos los unos a los otro, a ser misericordiosos con el prójimo, a saber perdonar y vivir en paz.
Del Padre recibimos sabiduría para poder comunicarnos con su intelecto  y poder  desarrollar tareas  según nuestras capacidades  y necesidades,  tener vocación de servicio  del más grande al más pequeño, ser humildes.En Tu Evangelio Señor nos vas formando en el espíritu y nos conduces por el camino a la Verdad
Recibimos en el bautismo el don de ser hijos de Dios por herencia, recibidas  por la gracia juntamente con los  dones de Espíritu Santo ,para que nos acompañe durante toda la vida.
Los católicos tenemos una gran riqueza el ser iluminados por la Santísima Trinidad y coherederos del reino en Ti Señor Cristo Jesús a ti nos entregamos con amor y fidelidad.
Perla



PADRE PÍO DIRECTOR ESPIRITUAL DE ESTE BLOG         
A las almas que él dirigía, les dio una regla de cinco puntos:
   
                                                                               
                                                     
 1. Confesión semanal                             
2. Comunión diaria                                            
3. Lecturas espirituales
4. Examen de conciencia cada noche
5. Oración mental dos veces al día

En cuanto al rezo del Rosario, decía que era muy necesario, :
“La confesión es el baño del alma, uno debe hacerlo por lo menos una vez a la semana. No quiero que las almas permanezcan sin confesarse más de una semana. Incluso una habitación vacía y desocupada se empolva, vayan cada semana ¡y verán que necesitan desempolvarse de nuevo!”
A aquellos quienes se consideraban indignos de recibir la santa Comunión, les respondió:
“Es muy cierto, no somos dignos de tal regalo. Sin embargo, una cosa es aproximarse al Santísimo Sacramento en estado de pecado mortal, y otra muy diferente, considerarse indigno. Todos somos indignos, pero es Él quien nos invita, es Él quien lo desea. Seamos humildes y recibámoslo con el corazón contrito y lleno de amor.”

VEN,VEN,VEN ESPÍRITU

                                             SANTO Y ENVÍA DESDE EL CIELO UN RAYO DE TU LUZ                                

ESTA ORACIÓN  Y OTRAS PERMANECERÁN EN EL BLOG DE MANERA CONTINUA
POR SER  PROMESA REALIZADA A NUESTRA MADRE LA VIRGEN MARÍA

ORACIÓN POR LA PAZ DEL PAPA JUAN PABLO II
Dios de infinita misericordia y bondad,
con corazón agradecido te invocamos hoy en esta
tierra que en otros tiempos
recorrió San Pablo.
Proclamó a las naciones la verdad de que en
Cristo Dios reconcilió al mundo consigo. Que tu
voz resuene en el corazón
de todos los hombres y mujeres,
cuando los llames a seguir
el camino de reconciliación y paz,
y a ser misericordiosos como tú.

a tu pueblo y a todos
los que se convierten a ti de corazón.
Te pedimos por los pueblos de
Oriente Próximo.
Ayúdales a derribar las barreras
de la hostilidad y de la división
y a construir juntos un mundo
de justicia y solidaridad.
Señor, tú creas cielos nuevos
y una tierra nueva.
Te encomendamos a los jóvenes
de estas tierras.
En su corazón aspiran
a un futuro más luminoso;
fortalece sus decisión de ser hombres
y mujeres de paz y heraldos
de una nueva esperanza para sus pueblos.
Padre, tú haces germinar
la justicia en la tierra.
Te pedimos por las autoridades civiles
de esta región,
para que se esfuercen por satisfacer
las justas aspiraciones de sus pueblos
y eduquen a los jóvenes
en la justicia y en la paz.
Impúlsalos a trabajar generosamente
por el bien común y a respetar
la dignidad inalienable de toda persona
y los derechos fundamentales que derivan de la
imagen y semejanza del Creador
impresa en todo ser humano.
Te pedimos de modo especial
por la autoridades de
esta noble tierra de Siria.
Concederlos sabiduría, clarividencia
y perseverancia;
no permitas que se desanimen
en su ardua tarea de construir
la paz duradera,
que anhelan todos los pueblos.
Padre celestial, en este lugar
donde se produjo la conversión
del apóstol San Pablo,
te pedimos por todos los que creen
en el evangelio de Jesucristo.
Guía sus pasos en la verdad y en el amor.
Haz que sean
con el Hijo y el Espíritu Santo.
Que testimonien la paz que supera todo
conocimiento y la luz que triunfa
sobre las tinieblas de la hostilidad,
del pecado y de la muerte.
Señor del cielo y de la tierra,
Creador de la única familia humana,
te pedimos por los seguidores
de todas las religiones.
Que busquen tu voluntad en la oración
y en la pureza del corazón,
y te adoren y glorifiquen tu santo nombre.
Ayúdales a encontrar en ti la fuerza
para superar el miedo y la desconfianza, para que
crezca la amistad
y vivan juntos en armonía.
Padre misericordioso,
que todos los creyentes encuentren
la valentía de perdonarse unos a otros,
a fin de que se curen las heridas del pasado y no
sean un pretexto
para nuevos sufrimientos en el presente.
Concédenos que esto se realice
obre todo en Tierra Santa,
esta tierra que bendijiste
con tantos signos de tu Providencia
y donde te revelaste como Dios de amor.
la Madre de Jesús,
la bienaventurada siempre Virgen María,
le encomendamos a los hombres
y a las mujeres que viven en la tierra
donde vivió Jesús.
Que, al seguir su ejemplo,
escuchen la palabra de Dios
y tengan respeto y compasión
por lo demás, especialmente
por los que son diversos de ellos.
Que, con un solo corazón y una sola mente,
trabajen para que todo el mundo sea
una verdadera casa para todos sus pueblos.
¡ Paz! ¡Paz! ¡Paz!
Amén
.     


Santa Teresita del Niño
 

 



  ORAMOS CON EWTN CANAL CATÓLICO
DAMOS GRACIAS AL ESPÍRITU SANTO
POR ILUMINAR A MADRE ANGÉLICA
Y A ELLA POR TODO SU AMOR Y ENTREGA.

SANTO ROSARIO ETERNO
ROSARIO BENDITO DE MARÍA CADENA DULCE QUE NOS UNE A DIOS"

ORA ;TEN FE Y NO TE PREOCUPES...Padre PÍO 
Miércoles 30 de Marzo Misterios Gloriosos

                     
"CADA CORAZÓN CRISTIANO ,EN PULSO DE CREACIÓN ESPERA Y AMA"
"SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS EN VOS CONFÍO".
"INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA SED LA SALVACIÓN DEL ALMA MÍA"



                            Nos amparamos bajo tu protección, oh San Benito, no desprecies nuestras súplicas en todas nuestras necesidades,tribulaciones y ven en nuestra ayuda en la lucha contra el enemigo maligno y ayúdanos a alcanzar, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, la vida eterna.
oremos:
omnipotente y eterno Dios que has
 honrado a tu amado San Benito
con el don de tu gran amor,
para que vengan hacia ti innumerables
almas,humildemente te suplicamos,
 por sus méritos,que inflames y consumas,
nuestros corazones con el fuego de tu amor;
Por Jesucristo nuestro Señor.
Que así sea

ORACIÓN A LA CRUZ DE SAN BENITO ABAD

La Santa cruz sera mi luz
No sera el demonio mi guía        
¡Apartate,Satanás!
no me sugerirás cosas vanas,
maldad es lo que me brindas,
bebe tu mismo , tu veneno

Oración de san Francisco de Asís

Señor,
haz de mi un instrumento de Tu paz;
San Francisco
ilumina a los
jóvenes de hoy por
el camino de la
Verdad que conducen 
al Señor Jesucristo
donde haya odio, ponga yo Tu amor;
donde haya ofensa, ponga perdón;
donde haya discordia, ponga armonía;
donde haya error, ponga verdad;
donde haya duda, ponga fe;
donde haya desesperación, ponga esperanza;
donde haya tinieblas,ponga la luz; 
donde haya tristeza, ponga alegría.
Oh Maestro 
que yo no busque tanto ser consolado,
como consolar:
ser comprendido como comprender:
ser amado, como amar.
Porque 
dando se recibe;
olvidándose, se encuentra;
perdonando,se alcanza el perdón
y muriendo se resucita a la vida eterna
                                                                               
ORACIONES A SAN JOSÉ


Bendito José, casto esposo de la Virgen María,
permanece con nosotros en este día.
Tú que protegiste a la Virgen;
y amaste al Niño Jesús como a tu propio Hijo,
le rescataste del peligro de muerte.
Defiende la Iglesia, la casa de Dios,
comprada por la sangre de Cristo.
Guardián de la Familia Santa,
permanece con nosotros en nuestras pruebas.
Que tus oraciones nos obtengan
la fuerza para huir del error
y luchar contra los poderes de la corrupción
de manera que en esta vida crezcamos en santidad
y después de la muerte nos regocijemos con la corona de victoria.
Amén.



Venimos a ti, Oh bendito José, en nuestro dolor.
Después de haber buscado la ayuda de tu bendita esposa,
ahora imploramos confiadamente tu ayuda también.
Humildemente te pedimos que, teniendo en cuenta el afecto
que tuviste a la Virgen Inmaculada Madre de Dios,
y del amor paternal que tuviste al niño Jesús,
mires amorosamente la herencia que dejó el Señor Jesús por su sangre,
y por tu intercesión poderosa nos ayudes en esta necesidad urgente.
Guardián prudente de la Familia Santa,
protege a las personas escogidas por el Señor;
mantén lejos de nosotros, Padre prudente, todo error y pecado.
desde tu lugar en el cielo ven en nuestra ayuda
en este conflicto con los poderes de oscuridad,
y así como en antaño protegiste al Niño Jesús
del peligro de la muerte, defiende ahora a la Iglesia santa
de las trampas del enemigo y de toda adversidad.
Extiende a cada uno de nosotros tu incesante protección,
por tu ejemplo podamos vivir y morir en santidad
obtennos la felicidad eterna en cielo. Amén.



Oh José bendito, guardián fiel
y protector de las vírgenes,
a quienes Dios confió a Jesús y María,
te imploro por el amor que les tienes,
me guardes de la infidelidad de alma, cuerpo y espíritu,
y siempre les sirva en santidad y pureza de amor. Amén.




Oh grandioso San José,
tu que fuiste completamente dócil
a las mociones del Espíritu Santo,                                                 
obtenme la gracia de conocer
el estado de vida al que el Señor                               
en su providencia ha escogido para mí.             
Y ya que mi felicidad en la tierra y
la eterna en el Cielo dependen de esta opción,
permíteme elegir sin errar.
Obtenme la luz para conocer el Plan de Dios,
para seguirlo confiadamente, y escoger la vocación
que me habrá de llevar a la vida eterna. Amén.                       


Oh José bendito, guardián fiel
y protector de las vírgenes,
a quienes Dios confió a Jesús y María,
te imploro por el amor que les tienes,
me guardes de la infidelidad de alma, cuerpo y espíritu,
y siempre les sirva en santidad y pureza de amor. Amén.           


Oh José bendito, guardián fiel
y protector de las vírgenes,
a quienes Dios confió a Jesús y María,
te imploro por el amor que les tienes,
me guardes de la infidelidad de alma, cuerpo y espíritu,
y siempre les sirva en santidad y pureza de amor. Amén.




¡Bendito seas San José,
que fuiste testigo de la Gloria de Dios en la tierra.
Bendito sea el Padre Eterno que te escogió.
Bendito sea el Hijo que te amó
y el Espíritu Santo que te santificó.
Bendita sea María que te amó!

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