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CONSAGRACIÓN a MARÍA santísima
Madre y Señora, yo me ofrezco hoy a Ti y me
consagro en calidad
de eterno esclavo. Te entrego todo lo que me
resta de vida y todo lo que he vivido hasta aquí, mi cuerpo con sus
innumerables miserias, mi alma
Con sus debilidades; mi corazón con todos sus
afectos y deseos; todos mis sentidos, trabajos, sufrimientos y luchas; mis días,
noches: en especial mi muerte y todo lo que deba acompañarla; mis últimas
tentaciones, mis últimos dolores y mi última agonía.
Todo esto, Madre y señora mía, lo uno para
siempre e irrevocablemente
A tu amor, a tus lagrimas, a tus sufrimientos.
Y si algo vez en mi que aún no sea tuyo, tómalo enseguida, te lo ruego hazte dueña absoluta de todos mis haberes,
para destruir y desarraigar en mi todo lo que desagrade a Dios, y plantar y
producir todo lo que le guste.
Juntamente te ofrezco y consagro todo lo que
amo, a los sacerdotes y pecadores(a…), y en especial las almas de los que
particularmente estoy obligado a rogar.
Madre y Señora mía dulcísima, acuérdate de
este pequeño hijo/a de la consagración que te hace de sí, de todo lo suyo.
Y si algún día vencido por el sufrimiento o el
cansancio, la perturbación o el delirio,
me olvidase de de ti, entonces Madre y
Señora mía, te pido, y te suplico: ¡ NO ME DEJES MADRE MIA!
Acuérdate que soy tuyo, que te pertenezco totalmente. Te lo pido y suplico
Por el amor que tienes a Jesús, por sus
llagas, por su costado abierto.
Protégeme como hijo y como esclavo, y no me abandones, hasta que esté contigo en la
Gloria bendiciendo a Dios. Así se.
Madre Alba M.N.S.F
(Con
autorización eclesiástica)
OBSEQUIO FAMILIA MISIONERA
NTRA
SRA DEL ROSARIO DE FATIMA
· * * *
Oración recibida de la Madre hoy 6, 30
Mi Corazón
triste, te ve: no lo estés hija, porque veras
los tiempos de
recoger.
Perla, llegaran
los momentos en que puedas reír y gozar la paz
que solo el Señor
dará; porque su Justicia es verdadera,
sus caminos;
Son luz y
rectitud.
Su amor no tendrá
fin, ya no habrá sufrimientos, ni injusticias,
solo luz y paz.
El cielo está de
luto y llora por las almas que se pierden; el
Hombre no ama a
Dios; su soberbia lo lleva al abismo y su ceguera no le permite ver qué; quien niega la existencia de su Creador;
su vida nada es.
La mano derecha
del Padre, apuntala al que le es fiel, al hijo humilde.
por eso, felices
los que lloran, porque serán consolados.
Ya no habrá perseguidores,
sanguinarios que quitan la vida al inocente.
Ni los que
persiguen al que demuestra fe y esperanza; ellos solo saben
del mal y el
odio, por esto pierden el alma, aquí y allá, solo verán tinieblas.
Como Madre;
estuve y estoy presente llamando a la oración y conversión,
Pero los oídos están
cerrados, a mi voz, esto daña
el corazón de esta Madre.
Pero tengo a mis
pequeños, ya lo dije; “no, son muchos”; en el universo y el mundo tan grande,pero son hijos valientes que levantan la
Palabra; Camino, Verdad y Vida del Señor; con ellos y su entrega, esta Madre
logrará,
que triunfe el bien,
sobre el mal, para volver a dar, la
alegría: la entrega de su Hijo. Al mundo.
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