Los santos Inocentes (s. i)
ESCRITO POR WEBMASTER EL 28
DICIEMBRE, 2017. POSTEADO EN SANTORAL
Los Santos Inocentes. Santos: Eustaquio,
Domiciano, Cástor, Víctor, Rogaciano, Troadio, Cesáreo, mártires; Calínico,
Eustracio, Bonifacio, obispos; Indes, Domna, Teófila, vírgenes y mártires;
Agape, confesor; Teodoro, abad; Antonio, monje.
La consulta bien intencionada de
aquellos Magos que llegaron de Oriente al rey fue el detonante del espectáculo
dantesco que organizó la crueldad aberrante de Herodes a raíz del nacimiento de
Jesús.
Habían perdido el brillo celeste que
les guiaba, llegó la desorientación, no sabían por dónde andaban, temieron no
llegar a la meta del arduo viaje emprendido tiempo atrás y decidieron quemar el
último cartucho antes de dar la vuelta a su patria entre el ridículo y el
fracaso.
Al rey le produjo extrañeza la visita
y terror la ansiosa pregunta sobre el lugar del nacimiento del Mesías;
rápidamente ha hecho sus cálculos y llegado a la conclusión de que está en
peligro su status porque lo que las profecías antiguas presentaban en futuro
parece que ya es presente realidad. Se armó un buen revuelo en palacio,
convocaron a reunión a los más sabios con la esperanza de que se pronunciaran y
dieran dictamen sobre el escondrijo del niño «libertador». El plan será
utilizar a los visitantes extranjeros como señuelo para encontrarle. Menos mal
que volvieron a su tierra por otro camino, después que adoraron al Salvador.
Impaciente contó Herodes los días; se irritó consigo mismo por su estupidez;
los emisarios que repartió por el país no dan noticia de aquellos personajes
que parecen esfumados, y se confirma su ausencia. Vienen los cálculos del
tiempo, y contando con un margen de seguridad, le salen dos años con el
redondeo.
Los niños que no sobrepasen dos años
en toda la comarca morirán. Hay que durar en el poder. El baño de sangre es un
simple asunto administrativo, aunque cuando pase un tiempo falten hombres para
la siembra, sean escasos los brazos para segar y no haya novios para las
muchachas casaderas; hoy solo será un dolor pasajero para las familias sin
nombre, sin fuerza, sin armas y sin voz. Unas víctimas ya habían iniciado sus
correteos, y balbuceaban las primeras palabras; otras colgaban todavía del
pecho de sus madres. Pero para Herodes era el precio de su tranquilidad.
Son los Santos Inocentes. Están
creciendo para Dios en su madurez eterna. Ni siquiera tuvieron tiempo de ser
tentados para exhibir méritos, pero no tocan a menos. Están agarrados a la mano
que abre la gloria. Aplicados los méritos de Cristo sin que fuera preciso
crecer para pedir el bautismo de sangre, como tantos laudablemente hoy son
bautizados en la fe de la Iglesia con agua sin cubrir expediente personal. El
Bautismo es gracia.
Entraron en el ámbito de Cristo
inconscientes, sin saberlo ni pretenderlo; como cada vez que, por odio a Dios y
a la fe, hay revueltas, matanzas y guerras; en esas circunstancias surgen
mártires involuntarios, que, aun sin saberlo, mueren revestidos y purificados
por la sangre de Cristo, haciéndose compañeros suyos en el martirio; y no se
les negará el premio solo porque ellos mismos, uno a uno, no pudieran pedirlo.
En este caso es el sagrado azar providente de caer por causa de Cristo, porque
la mejor gloria que el hombre puede dar a Dios es muriendo.
Ya el mismo Jeremías dejó dicho y
escrito que «de la boca de los que no saben hablar sacaste alabanza».
Hoy los mayores también hacen bromas
en recuerdo del modo de ser juguetón y alegre de aquellos bebés que no tuvieron
tiempo de hacerlas; este día presenta una buena ocasión para hacer agradable la
vida a los demás, con admiración y sorpresa, en desagravio del mal que provocó
el egoísmo de aquel que, tanto se fijó en lo suyo, que aplastó a los demás.
Contemplación y oración:
Oh Padre Eterno; muchos hombres desde Caín por temor envidia y celos fueron homicidas,
como hoy por intereses económicos,
La historia nos muestra la crueldad de Herodes: por temor a perder su reino
persiguió a un niño que sería el Rey del
universo.
Ese
inocente Niño, era el Salvador que dabas a la humanidad para Redimirnos del pecado: volver a Ti y por su gracia fuésemos hijos de Dios, y recibir
la vida eterna.
El Dios Hijo, el Verbo hecho carne eligió venir y vivir en la
pobreza, era el Rey con mayúscula, el Cordero de Dios que quita los pecados del
mundo.
Herodes egoísta, sanguinario, frio,
revestido de oscuridad y tinieblas en su
corazón, alma, espíritu y conciencia
quería matar al Rey que venía al mundo y era el Hijo de Dios.
Los hombres de aquel tiempo por estar lejos de la luz y
carecer de preparación espiritual para recibir a quien sería, Nuestro Señor y
Salvador no le dieron lugar ni albergue; Él nació con los animales en un
pesebre, pobre una noche muy fría, como el corazón de los hombres que todavía no
quieren recibir la libertad que Él nos traía.
Herodes ciego de ira al ser engañados
por los Magos a quien les pidió dijeran donde Nacería el Rey para rendirle honores y mentía: su idea era
matarlo.
Advirtiendo esto; los Magos regresaron
por otro camino
Lleno de odio envió a matar a los niños recién nacidos,
niños inocentes para salvar su poder.
Padre Santo; qué diferencia hay entre
el Herodes de ayer que quiso matar a Jesús; con los Herodes de hoy demostrando el mismo análisis político corazones de piedra,que por motivos económicos, egoístas y
sanguinario matan a inocentes por ley en muchas Naciones.
Todos estos niños son quienes siguen detrás
del Cordero de Dios, inocente e inmolado por nuestros pecados.
A los Santos Inocentes de ayer y a
los Santos inocentes de hoy Rendimos homenaje, porque ellos gozan de la Luz de
Dios.
Hay hombres y mujeres que no solo tendrán
las manos, sino también el alma manchada de sangre de inocentes que no pueden
defenderse y serán asesinados si se aprueba la ley del aborto en la Argentina.
Aquí no se respeta nuestra carta magna (Constitución Nacional), aquí se quiere vender la Patria que nos dieron nuestro Próceres, hombres y mujeres valientes que
pasaron necesidades pero solo pensaron y lucharon con el fin de darnos libertad, un espíritu religioso, ese que necesitamos cada alma y el espíritu, porque sabemos que con fe Dios todo, y que sin Dios nada podemos.
Nuestros Próceres combatieron
llevando en el corazón la oración, el amor por la justicia
Nos dieron una Nación que se
levantaba sobre los pilares de la Verdad. Y la Luz
Las ideologías vacías de contenido amor
y paz son las que imperan en el mundo, quieren que nosotros los argentinos nos pongamos de rodillas delante
de satanás; que es el rey de la mentira, y de la muerte.
Padre Creador Nuestro, ven bendícenos
haz que tu Mano sea la única que se levante en ese recinto, con Tu Amor, Gloria, Vida. Justicia y Paz
Estamos en oración, en defensa de
las dos vidas, la de la madre y él bebe inocente, en el vientre materno.
Amén
Perla
ORACIÓN DE LA SAGRADA FAMILIA
JESÚS, Hijo de Dios e Hijo de María, bendice a nuestra familia. Inspira bondadosamente en nosotros la unidad, la paz y el amor mutuo que tú encontraste en Tu propia familia en la pequeña aldea de Nazaret.
MARÍA, Madre de Jesús y Nuestra Madre, sustenta a nuestra familia con tu fe y tu amor. Consérvanos cerca de tu Hijo, Jesús, en todas nuestras alegrías y en nuestras penas.
JOSÉ, Padre adoptivo de Jesús, guardián y esposo de María, protege a nuestra familia del peligro. Auxílianos en todos los momentos de desánimo y ansiedad.
SAGRADA FAMILIA DE NAZARET, haz a nuestra familia una contigo. Ayúdanos a ser instrumentos de paz. Concédenos que el amor, fortalecido por la gracia, pruebe ser más fuerte que las debilidades y las pruebas que nuestra familia a veces atraviesa. Que siempre tengamos a Dios en el centro de nuestros corazones y hogares hasta que todos seamos una sola familia, feliz y en paz en nuestro verdadero hogar contigo. Amén.
Oh Dios! Que por tu infinito Amor nos diste al Salvador.
Señor, te damos gracias.
Gracias Jesús por haberte hecho niño para salvarnos.
Señor, te damos gracias.
Gracias Jesús, por haber traído al mundo el amor de Dios.
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que Dios nos ama y que nosotros debemos amar a los demás,
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que da más alegría el dar que el recibir,
Señor, te damos gracias.
Señor Jesús, Tú viniste a decirnos que lo que hacemos a los demás te lo hacemos a Ti.
Señor, te damos gracias.
Gracias María, por haber aceptado ser la Madre de Jesús.
María, te damos gracias.
Gracias San José, por cuidar de Jesús y María.
San José, te damos gracias.
Gracias Padre por esta Noche de Paz, Noche de Amor, que Tú nos has dado al darnos a tu Hijo, te pedimos que nos bendigas, que bendigas estos alimentos que dados por tu bondad vamos a tomar, y bendigas las manos que los prepararon, por Cristo Nuestro Señor, Amén.
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