EL SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA

EL SANTÍSIMO NOMBRE DE MARÍA

Oremos:

Madre del Señor y nuestra, en este día de sol y luz;  brilla desde lo alto

  tu Santísimo Nombre:

“María”

Permitiendo que este pobre corazón deje en ti depositados la congoja y dolor,

que provoca en mi conciencia, el reconocer,ser pecadora y culpable de los dolores,

que  llevaron al Señor, a pagar tan alto precio, por mi salvación.

Madre te entrego mis miserias con arrepentimiento de un corazón contrito, sincero

y fiel conversión, para que las presentes ante el Señor: sane mi alma y la purifique.

Tu santísimo Nombre: María, la llena de gracia, la esclava del Señor

nos invita a la oración y conversión.

Ora con nosotros y por nosotros, tus hijos adoptivos Santa Madre de Dios:entrégale al Señor

 nuestro agradecimiento, por su infinita misericordia y ternura, al dejarte como Madre nuestra

y  Madre de la Iglesia.

Este continente te ama en la advocación Nuestra Señora de Guadalupe y te nombra

Emperatriz de América, te presentas con tu imagen de Madre protectora a un humilde indiecito

Juan Diego, dejando en su tilma con rosas  perfumadas plasmada  tu imagen.

Eleva al Padre Celestial esta plegaria:

Padre Eterno, por intercesión de María, Madre de tu Hijo y Esposa del Espíritu Santo,

Te pido infinitas veces perdón, por toda la humanidad.

“Y el Verbo se hizo Carne y habito entre nosotros”; viniste en tu Hijo a padecer en tu Corazón,

 el desprecio, la persecución, el odio, la envidia, el pecado despiadado y cruel.

Hasta hoy todavía estamos en deuda al no respetar tu “Ley y tu Creación”; los tiempos se agravan

Y  los oídos continúan sordos

Te damos gracias por tu Amor y Misericordia.

Oramos al Santísimo Nombre de María; Prometiéndole ser fiel a su Santísimo Nombre e implorando con Ella al Reino, escuchen nuestras plegarias especialmente de esta hija consagrada a la Madre Dolorosa prometiendo mi oración la cual hare: hasta el último aliento de mi vida,

Madre el Cielo y Madre de la Iglesia. Tus hijos acompañamos la heridas de su Inmaculado Corazón por ver que se continúa crucificando con nuestras ofensas al Sagrado Corazón de Jesucristo; el Señor

Amén

Perla